Anoche un buen puñado de aficionados, amigos, colegas, admiradores... de todas las edades (comprobado: había asistentes de entre 3 y 93 años de edad), nos dimos cita en la presentación. En pocas palabras, una ceremonia breve pero definitivamente emotiva. La lluvia y el piso mojado al salir acompañaron, sin duda, dando ambiente. Con el recuerdo a Paul Naschy como leitmotiv y ancla de todas las intervenciones, rindiéndole tributo en forma de recuerdo cariñoso, divertidas anécdotas personales, o simple mención con sincera admiración. Rara vez en una sala tan grande se podrá encontrar tal nivel de sincera complicidad entre todos los presentes. Incluso con los que tuvieron que verla de pie a falta de más asientos. Para mi, sí que estuvo presente.
Un placer haber asistido, además sabiendo que este es uno de los dos proyectos más queridos por esas dos familias, que son una, los Naschy-Gómez o Gómez-Naschy. Uno de los dos con un parto más complicado, pero que felizmente dio a luz por fin.Ahora a disfrutar por fin del contenido en papel e imágenes, y a felicitarnos por poder contar entre nosotros con esa gran familia (¡qué encanto Elvira! con una garganta un tanto tocada, de todos modos hizo el esfuerzo y a fe que fue emocionante) tan compenetrada, y tan básica para entender el género fantástico en el pasado (gracias a Viejo Lobo), el presente, con nuestro querido Diodati alimentando con unos textos que destilan pasión en cada página a ese futuro, en forma de veinteañero capaz, trabajador, y que sin duda va a llegar alto.
Después del parto, sólo queda esperar a ver la salida de la luna profunda...




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A vuestra salud y a la de todos los suyos, maestro. Magníficas las fotos y las grabaciones; recién visionadas. Sin dudas, se ha logrado transmitir toda la emoción que arrojó el evento. Felicitaciones, una vez más.
