La he ido aparcando hasta este fin de semana. Pude verla el pasado viernes y ¡buff! sinceramente me la podría haber ahorrado.
Para mi sorpresa el comienzo es prometedor. Una radiografía lúcida y certera de lo que ocurre en este mundo occidental desde que empezó la crisis. Una vuelta del individuo a los estudios que nunca se cursaron (el famoso reciclaje), tras el varapalo que supone que la empresa a la que tantos años has dedicado te ponga de patitas en la calle de la noche a la mañana.
¡Se acabó el acomodarse, coged los libros y vuelta a las aulas!
A partir de entonces, especialmente desde que entra en escena el personaje de Julia Roberts (sin tener ella culpa directa de ésto), la película se convierte en un pastiche excesivamente edulcorada que ganaría todos los razzies a los que optara si la protagonizara Sandra Bullock. Es una pena, pues podría haber sido una comedia notable, reflexiva y con cierta enjundia, en una escala similar a "Up in The Air", pero se queda en un producto muy desdibujado. Deriva en una comedia simplona que francamente acabó aburriéndome.
Un hilarante Bryan Cranston resiste el pulso.