Cierto, pese a que tuvo un estreno tardío y minoritario (nos llegó en Agosto de 1995 en muy pocas salas), su acogida por parte de crítica y fans fue favorable, logrando con el paso del tiempo, como mencionas, un reconocimiento más generalizado.
Siempre recordaré que fue la única película que ví en el desaparecido Regio Palace de Barcelona, uno de los pocos (o el único que quedaba en pie por entonces) con pantalla en Vistarama, con lo que un grupo de amigos decidimos ir a verla a una sala gigantesca, frente a la opcción de verla en una sala más pequeña (recuerdo que si uno estaba en la parte posterior de la sala, se apreciaba la curvatura en la imagen en ambos laterales).
Spoiler:
Peor suerte corrió, en mi opinión, su posterior El pueblo de los malditos, una estupenda revisión de la novela de John Wyndham, que fue mal distribuida tras su escaso éxito en EE.UU., quedando injustamente olvidada pese a su magnífica factura técnica y narrativa.