El problema es que hoy, irónicamente, es más barato filmar y casi imposible distribuir de forma decente si eres un don nadie. Todo son macro-cadenas de cines, que muchas veces pertenecen de forma directa o indirecta a los propios estudios. Véase el cine de serie B que se hace ahora y compárese con el que se hacía en los años 70 u 80.
Hace años estaba la situación inversa: tenías que comprar película virgen, un material mínimo para filmar que era voluminoso y caro, luego tenías que revelar... la mayoría de tus gastos se iban en producción. Hoy cualquiera con una cámara puede filmar, y ya si añades un fotómetro, un trípode y un foco ni te cuento.
La pregunta es: ¿podrían existir y hacer sus películas y distribuirlas, gente como Roger Corman, John Carpenter, David Cronenberg, George Romero o Sam Raimi? Todos ellos empezaron haciendo películas baratas, sin apenas dinero ni producción. MUchos pagaron de su propio bolsillo gran parte de sus primeros trabajos, con pequeñas becas estatales (como los primeros trabajos de Cronenberg) o con dinero de familiares y amigos (como George Romero o Sam Raimi). Y los resultados trascendieron y se convirtieron en un éxito por sí mismos, porque sus películas encontraron sitio en las salas de cine. Yo no sé en los vuestros, pero en los cines de mi localidad solo veo productos salidos de los estudios.
Hoy parece que un cineasta tiene infinitas facilidades para rodar, pero distribuir es mucho más complejo.