España

Los cines más caros de España son los de Barcelona, con una media de 6,33 euros entre semana y 6,54 en fines de semana y festivos. El precio medio en todo el Estado de una sala de exhibición de películas en un día entre semana es de 5,22 euros, si bien las diferencias entre unas ciudades y otras son de hasta un 94%, según un estudio efectuado en 33 ciudades y 112 salas por la Federación de Consumidores en Acción-FACUA.

En el ámbito español, el precio medio los fines de semana y festivos se eleva a 5,53 euros, mientras que el día del espectador --que existe en todas las ciudades estudiadas, generalmente miércoles o jueves, menos en Córdoba y Palma de Mallorca-- desciende a 4,36 euros.

Tras las salas de Barcelona, se sitúan Madrid, con 6,21 euros entre semana y 6,36 euros los festivos, y A Coruña con 6,20 euros para cualquier día de la semana.

Las entradas más baratas, en Andalucía

Las tres ciudades con los cines más baratos son andaluzas, Jaén, con 3,80 entre semana (aunque los fines de semana se eleva a 4,95); Córdoba, con 3,90 (4,48 en festivos y fines de semana) y Cádiz, con 3,90 y un euro más en fines de semana y festivos.

Los establecimientos más caros de España, según este estudio, son dos salas de la empresa Cinesa en Barcelona y Madrid con un precio de 6,80 euros, mientras que la sala más barata de las estudiadas son los Multicines Cuenca, de esta ciudad, con un precio de 3,50, y el Isabel la Católica, de Córdoba, con el mismo precio.

Dentro de una misma ciudad se pueden dar varias tarifas, y el caso de las más dispares se da en Bilbao, con diferencias de hasta el 45%, ya que una sala cobra 4 euros y otra, el mismo día, 5,80.

Deficiencias por falta de aislamiento

El portavoz de Consumidores en Acción-FACUA, Rubén Sánchez, ha destacado que entre las principales deficiencias detectadas en las salas de exhibición estudiadas está la falta de aislamiento, lo que produce que se oiga en su interior la película de otras salas o el público desplazándose por los pasillos inmediatos.

Sánchez ha animado a los usuarios a denunciar que en las salas de cine solo se puedan consumir bebidas o golosinas compradas en el interior del cine, pero no adquiridas fuera, ya que, según ha dicho, el precio de una de estas consumiciones puede ser hasta cinco veces mayor en el establecimiento que en un supermercado.

También se pueden denunciar las deficiencias en la exhibición de la película derivadas de la automatización con que se proyecta, lo que obliga a los propios clientes a ser quienes salgan de la sala y avisen al personal del cine para que corrijan cualquier incidencia.
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