Tema: Las últimas pelis que has visto en casa

Las dos despedidas fílmicas de dos clásicos del fantástico, curiosamente ambas sin muchos parabienes críticos precisamente. Pero para mi las dos son magníficas




FRANKENSTEIN Y EL MONSTRUO DEL INFIERNO (Frankenstein and the Monster from Hell, 1974 - Terence Fisher)

Oveja negra de la Hammer, sin embargo una de mis favoritas de la productora inglesa, cerrando la saga Frankenstein, en la que Fisher participó con cinco títulos. La trama retorna a sencillez y linealidad primigenia, pero adoro: su ubicación en un psiquiátrico (de lo más ajustado para un personaje y mundo como los de Frankenstein, sobre todo como punto final), microcosmos oscuro y nihilista de personajes extremos; y su tono y espíritu decadentes. Se pierde el colorido clásico, pero la realización de Fisher en si misma (entendido como narración, planificación y montaje) es, salvo algún zoom, concisa, perfecta y brillando a gran altura. Memorable el monstruo (actor David Prowse, el mismo bajo el traje de Darth Vader) excavando y observando su antiguo cuerpo en el ataúd; y un final sin prisioneros, en el que incluso los dos únicos personajes que se muestran horrorizados por lo que han visto… queda claro que acaban aceptándolo. Me gusta como la describía José María Latorre, con el que alguna vez estaba de acuerdo : “catálogo-compendio de ideas de las 4 anteriores, y depurada labor de concentración de perversiones, es un cuento macabro y transgresor, especie de festín fúnebre con cubiertos envenenados”. IMHO otra Masterpiece de Fisher.





SHOCK (1977, Mario Bava)

Notable e infravalorado film de terror, cierre y lo mejor de la segunda mitad de la filmo de su autor. La historia ciertamente es un corta-pega de conceptos y temas clásicos y de moda en aquellos años (trío amoroso con fantasma, niño “maligno”, posesión, giallo, evocación a Poe, perturbación psicológica-alteración de la realidad …) pero lo que la eleva sobre su condición de "material de derribo" es la tensa y enérgica puesta en escena (que muestra una solidez improbable en un novato como Lamberto Bava, por mucho que muchos se empeñen en decir que el film lo dirigió él, en cualquier caso da igual) lo que hace interesante el asunto, meritorio con el ambiente casi siempre diurno: en forma de planificación e incisivos movimientos de cámara, deliciosos trucajes visuales y escenas oníricas; y, sobre todo, el clima enrarecido de crispación y claustrofobia casi constante, y progresivo delirio de (una estupenda) Daria Nicolodi, muy conseguidos. Muy notable última media hora y buen epílogo recurrentemente sardónico del autor; y un célebre jump scare copiado en las recientes y muy menores “Annabelle” y "The Prodigy".

FRANKENSTEIN AND THE MONSTER FROM HELL (título potente donde lo haya) se rodó en 1972 pero no pudo verse en salas comerciales hasta dos años después.

Coincido completamente contigo en que es una estupenda película y que, además, tiene más de un punto en común con la segunda entrega de la saga (y tal vez la mejor de todas) THE REVENGE OF FRANKENSTEIN (1958). La cual, a su vez, bebía de las fuentes de LA SANGRE DEL VAMPIRO (1958), ambas con libreto del infatigable Jimmy Sangster.





La de Bava la tengo pendiente de revisar. La tengo en una de esas cuidadas ediciones de Regia a las que nos tenía acostumbrados.

La saga de la Hammer sobre Frankenstein me encanta. En las películas de Universal, Frankenstein era un científico abducido por una idea poderosa y llevado al límite, pero en el fondo, humanista.

En la saga de la Hammer no es así. Frankenstein es el monstruo de la saga, no sus criaturas. Su degeneración moral se va haciendo patente en una espiral sin fondo, conforme va dejando atrás los límites y barreras morales que nos rigen a la mayoría de seres humanos. Y al contrario que otros Frankenstein, este no actúa movido por el interés general o el bien común de la humanidad, sino por un deseo de fama y gloria propios, y por el triunfo personal de compararse con dios.

En ese sentido, mi favorita también es "Revenge" llena de ironía y mala leche, y uno de los mejores finales del ciclo, ese Peter Cushing con su consulta "respetable" su sonrisa cínica, sus clientes adinerados y su rosa en la solapa de la chaqueta, indicándonos que todo ha vuelto a comenzar. También tengo cariño a otra de las más vapuleadas del diclo "Frankenstein creó a la mujer" que fue la primera que vi, imperfecta, pero llena de apuntes interesantes.

Lástima que Fisher no se encargara él también de la saga Dracula al completo, pues los films van decayendo de más a menos cuando él abandona el ciclo y nunca alcanzan ese punto de maestría...

Precisamente ayer revisaba la que a mi juicio es una de las más interesantes e infravaloradas películas de la Hammer del ciclo Frankenstein, La maldad de Frankenstein (aclaro que no he visto Frankenstein y el monstruo del infierno y que Frankenstein creó a la mujer la tengo muy enterrada en océanos de tiempo, aunque recuerdo que no me gustó demasiado). Es curioso este título para una película en que precisamente el Barón Frankesntein, que siempre se ha caracterizado por su maldad y su falta de escrúpulos, sea aquí un personaje un poco más simpático y positivo, al que parece guiar un genuino interés por la ciencia, frente a la superstición y la intolerancia de los pueblerinos, todavía peores que él, y arrastrados por pasiones como la codicia y el deseo de medrar socialmente. En efecto, aquí Frankenstein, ese Marqués de Sade de la ciencia, ese capitán Ahab de los laboratorios, no sólo busca continuar con sus experimentos monstruñeros, sino hacer justicia contra los que frustraron sus experimentos anteriores y le desposeyeron de su herencia. Y qué decir del personaje de la muda, la única que parece querer al monstruo con un afecto sincero (está tan marginado como ella, ya dije que era una pena que la película no profundizara más en esto), de las burlas crueles a la que la someten los aldeanos, o de ese hipnotizador de feria, un arribista sin escrúpulos.

Es una pena como tras los primeros y excelentes Dráculas, la saga se volvió cada vez más tonta, previsible y repetitiva, mostrándonos al Conde resucitando de maneras cada vez más estúpidas, repitiendo sin clemencia los mismos tópicos y simplificando las líneas argumentales y los personajes (una crítica que leí hace poco decía que haciendo cada vez películas más bobochorras y con más tetas ).

El Frankenstein encarnado (magistralmente) por Peter Cushing en las cinco entregas que dirigió el gran Terence Fisher es con toda seguridad uno de los personajes del género fantástico mejor trazado.

Un científico (sí, lo es, porque para él la investigación, el ir más allá de lo que jamás nadie ha hecho, es consustancial para alcanzar todas las potencialidades del ser humano) que desafía a Dios en su propio terreno: la creación de la vida a partir de la materia inanimada.

Como el capitán Ahab de "Moby Dick" tenía como suicida misión acabar con el cacholote blanco o sea Dios, Frankenstein se arroba para sí los atributos de la deidad y para él todos los medios son válidos con tal de obtener el fin deseado.

THE EVIL OF FRANKENSTEIN (1964) de Freddie Francis es una versión más "ligth" del personaje dado por un lado que se pretendió volver al origen del mismo (o sea las películas de la Universal de los años '30) y por otro la mayor dureza en la aplicación del código de autorregulación por parte del BBFC.

Afortunadamente Fisher volvería a la Hammer con la espléndida (e incomprendida) THE GORGON (1964, LA GORGONA) aunque tardaría todavía en retomar tanto a Drácula (DRACULA, PRINCE OF DARKNESS (1965, DRÁCULA, PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS)) como Frankenstein (FRANKENSTEIN CREATED WOMAN (1967)).

Precisamente en esta cuarta entrega del personaje (tercera de Fisher) vemos a un Frankenstein más humano. Un Frankenstein al que le vemos lamentar amargamente la muerte (mejor dicho, el suicidio) de su criatura (una rotunda Susan Denberg - una modelo de "Playboy" (agosto de 1966 y julio de 1967, para más señas) - a la que tuve el placer de atisbar el otro día en uno episodio de la primera temporada de la "Star Trek" original ahora que estoy abonado a Netflix).

Precisamente Evil of Frankenstein no la he visto Es la única que me falta de su ciclo. Se considera semi-apócrifa, pero no hay duda de que es parte del canon, según los estudiosos.

Respecto a Dracula... las tres primeras entregas, dirigidas por Fisher, me resultarían muy difíciles de numerar, de mejor a menor. Todas tienen algo que las hace maravillosas, bien rodadas, subrayando el carácter fantástico del filme, y todas muestran una cosmovisión vampírica dirigida y más o menos coherente.

Del resto, Drácula vuelve de la tumba está bien, sin más, dirigida con algún hallazgo visual por Freddie Francis, muy potable.

El poder de la sangre de Dracula posee un inicio, una primera parte, que raya en lo soberbio, gracias a la interpretación de Ralph Bates, que conseguía emular esa inmoralidad total en sus interpretaciones, tan propia de los personajes de la Hammer: los caballeros aburridos y decadentes que han formado una sociedad para explorar el Mal, el sabio de lo oculto que los guía... muy interesante. Desgraciadamente, pasada la primera parte de la película, y resucitado Dracula, la película se vuelve total coñazo que recurre a ideas mil veces vistas y que no aporta nada al ciclo. Nos da una idea del "pulso vital" del ciclo que "El poder de la sangre de Dracula" sea estimable, hasta que aparece el propio Dracula, y decaiga entonces.

Las cicatrices de Dracula es la única que solo he visto una vez, no la recuerdo del todo pero no la destaqué mucho en su momento. Y las dos últimas del ciclo "Dracula 73" y "Los ritos satánicos de Dracula" poco o nada tienen que ver con el Conde y parecen telefilms a ratos.

Ojalá Fisher hubiera dirigido el ciclo entero, madre mía, lo que nos podría haber dejado

CINE NEGRO BRITÁNICO

O

SAPPHIRE (1959, CRIMEN AL ATARDECER) de Basil Dearden.



Estudio: Artna Films Ltd. / Rank Film Distributors Ltd.

Productor: Michael Relph.

Guión: Janet Green.

Diálogos adicionales: Lukas Heller.

Dirección artística: Carmen Dillon.

Fotografía: Harry Waxman (en Eastman Color).

Música: Philip Green.

Reparto: Nigel Patrick (Hazard), Yvonne Mitchell (Mildred), Michael Craig (Learoyd), Paul Massie (David), Bernard Miles (Mr. Harris), Olga Lindo (Mrs. Harris), Earl Cameron (Dr. Robbins) + Yvonne Buckingham (Sapphire).

Duración: 92 minutos.

Estreno: 21 de abril de 1959.

Recientemente la revista de cine Dirigido por… (n.º 450 y 451) dedicó un amplio y completo dossier sobre el “Free cinema” británico y entre las películas que pueden considerarse precursoras del mismo incluían ROOM AT THE TOOP (1959, UN LUGAR EN LA CUMBRE) (ver https://www.mundodvd.com/las-ultimas...6/#post4349189) y la cinta hoy comentada.

[También tiene comentario específico la película en el n.º 493 dentro del dossier “Perlas del cine negro británico”].

Y lo cierto es que esta película de Basil Dearden (1911-1971), un cineasta al que no había prestado atención hasta el visionado de esta noche, me ha supuesto todo un descubrimiento y me ha dejado con enormes ganas de ver más obras de este (por lo visto ayer) magnífico cineasta.

Partiendo de un excepcional guión original de Janet Green (con diálogos adicionales del germano Lukas Heller, que aquí hace sus primeros pinitos en la escritura cinematográfica pero que elaboró los libretos de muchas de las películas de Robert Aldrich – empezando por WHAT EVER HAPPENED TO BABY JANE (1962, ¿QUÉ FUE DE BABY JANE?) - ) CRIMEN AL ATARDECER es una excelente mixtura de cine policíaco y de cine social donde Dearden sabe dónde meter el bisturí para hacer un retrato nada favorecer de la sociedad británica de la época, una sociedad donde (al igual que en la norteamericana) el racismo era la moneda de cambio habitual y donde los prejuicios de clase eran el pan nuestro de cada día.

Contemos algo de su argumento para hacernos una idea de por dónde van los derroteros.

La aparición en un parque público en Londres del cadáver de una joven (la Sapphire del título original) es el detonante tanto de la investigación que llevará a cabo la polícia, al mando de la cual está el superintendente Hazard (un formidable Nigel Patrick) y su ayudante Learoyd (Michael Craig), como de la descripción de una sociedad enfermiza donde todavía el color de la piel era motivo de discriminación, quizás no tan brutal como en los EEUU, pero sí ciertamente definitoria de ese carácter aparentemente hospitalario del británico medio pero en cuyas profundidades se oculta el racismo más trasnochado.



En un principio las sospechas del asesinato (brutal, por cierto, varias puñaladas en el corazón – como bien dice Hazard, un crimen cometido por odio, no por miedo - ) recaen en el novio de la chica, David (un Paul Massie que al año siguiente protagonizaría la excelente (y rotundo fracaso en taquilla) THE TWO FACES OF DR. JEKYLL (1960, LAS DOS CARAS DEL DR. JEKYLL) de Terence Fisher) pero pronto se extenderán a toda su familia, el padre (Bernard Miles) y la hermana mayor (Yvonne Mitchell). E igualmente a las personas del entorno laboral y social de la víctima.



Claro que lo que se me ha olvidado mencionar es que Sapphire era… negra. Bueno, en realidad, mulata. O más apropiadamente dicho, era una mujer negra que se hacía pasar (cuando le interesaba) por blanca.

Algo, por cierto, que ni David, su prometido sabía hasta poco antes del brutal asesinato.

Aquí no estamos como en PINKY (1949, ídem) de Elia Kazan (y John Ford) ante una versión edulcorada del tema racial donde al final todo se resuelve con música de violines.

Además y como gran acierto de la película el racismo no sólo es de los blancos hacia los negros sino igualmente a la inversa. Uno de los “novios” de Sapphire, un joven y apuesto abogado de color, admite sin tapujos ante la policía que jamás se hubiese casado con ella por ser… medio blanca (sic).

Igualmente los caracteres de Hazard y Learoyd son antagónicos, curiosa inversión de roles que indica a las claras que el racismo no es sólo un problema de las generaciones anteriores sino que se ha extendido igualmente a una juventud (presuntamente) más igualitaria.

Cuanto menos hablemos de la película mejor para disfrutar más y mejor del brillante trabajo tras las cámaras de Dearden, al que la fotografía (inusualmente en color) de Harry Waxman aporta una textura hiperrealista a la imagen.

Al igual que mencionamos el cercano trabajo de Paul Massie para la Hammer, en la película aparecen igualmente (en minúsculos papeles, todo hay que decirlo) dos figuras que se convertirían en iconos del cine fantástico como son (especialmente) Barbara Steele (sobran los comentarios) y John Richardson (SHE (1965, LA DIOSA DEL FUEGO) y ONE MILLION YEARS B.C. (1966, HACE UN MILLÓN DE AÑOS), ambas (igualmente) para la Hammer).



Un contundente ejemplo de cine que invita a la reflexión y cuya temática no parece que haya quedado para nada trasnochada (véase recientes películas tan espléndidas – y de géneros tan dispares – como EL NACIMIENTO DE UNA NACIÓN de Nate Parker, DETROIT de Kathryn Bigelow o DÉJAME SALIR de Jordan Peele - ).

Feliz tarde.

Iniciado por Charles Lee Ra

Precisamente Evil of Frankenstein no la he visto Es la única que me falta de su ciclo. Se considera semi-apócrifa, pero no hay duda de que es parte del canon, según los estudiosos.

Respecto a Dracula... las tres primeras entregas, dirigidas por Fisher, me resultarían muy difíciles de numerar, de mejor a menor. Todas tienen algo que las hace maravillosas, bien rodadas, subrayando el carácter fantástico del filme, y todas muestran una cosmovisión vampírica dirigida y más o menos coherente.

Del resto, Drácula vuelve de la tumba está bien, sin más, dirigida con algún hallazgo visual por Freddie Francis, muy potable.

El poder de la sangre de Dracula posee un inicio, una primera parte, que raya en lo soberbio, gracias a la interpretación de Ralph Bates, que conseguía emular esa inmoralidad total en sus interpretaciones, tan propia de los personajes de la Hammer: los caballeros aburridos y decadentes que han formado una sociedad para explorar el Mal, el sabio de lo oculto que los guía... muy interesante. Desgraciadamente, pasada la primera parte de la película, y resucitado Dracula, la película se vuelve total coñazo que recurre a ideas mil veces vistas y que no aporta nada al ciclo. Nos da una idea del "pulso vital" del ciclo que "El poder de la sangre de Dracula" sea estimable, hasta que aparece el propio Dracula, y decaiga entonces.

Las cicatrices de Dracula es la única que solo he visto una vez, no la recuerdo del todo pero no la destaqué mucho en su momento. Y las dos últimas del ciclo "Dracula 73" y "Los ritos satánicos de Dracula" poco o nada tienen que ver con el Conde y parecen telefilms a ratos.

Ojalá Fisher hubiera dirigido el ciclo entero, madre mía, lo que nos podría haber dejado

En realidad la segunda del ciclo, LAS NOVIAS DE DRÁCULA, no puede considerarse en sentido estricto como tal dado que el protagonista no es el conde sino el barón Meinster, lo cual no es ningún descredito pues es una de las mejores películas de la productora. Y eso a pesar de un guión escrito a seis (mejor, ocho) manos: Bryan + Percy + Sangster (+ Hinds).

Por cierto, título engañoso donde lo haya.

Se me olvidó comentar que sí había visto, al menos, una película de Dearden y además todo un clásico del cine de aventuras como es KARTUM (1966, KHARTOUM) rodada en esplendoroso Ultra Panavision 70 (2.76:1).

Curioso los títulos que puede tener una película en otro país. Sapphire (o Crimen al atardecer, aquí) se tituló en algunos países sudamericanos, La sangre siempre es roja (por lo del tema racial).
Por cierto, consiguió el premio Bafta a la mejor película británica en 1960.
Y preciosos algunos posters que he visto de la película

Por cierto, Janet Green, guionista de Crimen al atardecer, fue la autora un año después de la obra "Matilda shouted fire" que dio lugar a una magnífica película, Un grito en la niebla, con una fantástica Doris Day, nominada como mejor actriz dramática en los Globos de Oro, por esa angustiosa pesadilla de las voces amenazantes que la persiguen.

Iniciado por Alcaudón

De Dearden, del que he visto solo tres o cuatro films, destaco El farol azul (The Blue Lamp), rodada en el Londres de posguerra con numerosos espacios en ruinas.

Iniciado por mad dog earle

De Dearden, del que he visto solo tres o cuatro films, destaco El farol azul (The Blue Lamp), rodada en el Londres de posguerra con numerosos espacios en ruinas.

Otro premio Bafta a mejor película británica en 1951.

Iniciado por Frank Zito

[...]

EL UNICORNIO (Black Moon, 1975) de Louis Malle

Delirio total. Especie de fantasía sexual coming of age sobre una muchacha. La cosa empieza con apunte apocalíptico, ya que ha explotado una guerra mundial entre hombres y mujeres (¡), dejando paso a la chica, una casa de campo con personajes excéntricos, niños desnudos y también muchos animales (cerdos, pavos reales, serpientes, ovejas, águilas, ciempiés... sin olvidar un tejón atropellado) la mayoría actuando como metáforas sexuales, especialmente un unicornio (sí, ESO), y consiguiendo algunas imágenes ejem alucinantes (destacable foto de Sven Nykvist). Para fans del Surrealismo Europeo de Autor.

Hay tanta naturaleza y animales como en Alicia en el país de las maravillas. Pero en este caso la protagonista al caer por el hoyo se da con un canto en los dientes. Es tremendamente alegórica y tiene significados muy profundos. Fue la primera película que me abrió los ojos en cuanto a simbología y semiotica. Esa es una de las razones porque me motivé a estudiar diseño. En esta peli me parece muy bonito ese abuso del torciterismo y aunque suene extraño todas las escenas y elementos tienen significado. Todas. Es una película que admiro mucho porque esta obra homenajea a Lewis Carroll desde lo incómodo y la critica social. Si no se medita bien sobre ella uno solo se puede quedar con imágenes absurdas como la protagonista dando de mamar a una anciana. Cuando en realidad implica como el pasado depende de la lucha e incredulidad de la juventud.

El díptico ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS / ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO de Lewis Carroll (en la edición de colección El libro de bolsillo de Alianza Editorial - con traducción de Jaime de Ojeda - ) es una de las obras literarias que más veces he leído en mi juventud. Sin lugar a dudas, una de las lecturas que me llevaría a una isla desierta (o a Marte en mi caso dado mi querencia por la ciencia ficción).

Por cierto que la adaptación de Disney (que como todas mezcla las dos novelas) de 1951 es francamente interesante.

Tampoco hay que despreciar las aproximaciones de (un ya fatigado) Tim Burton que no son tan malas como predican algunos (especialmente la primera).

EL ÚLTIMO GRAN ROMÁNTICO DEL CINE CLÁSICO NORTEAMERICANO

O

REVISANDO LA FILMOGRAFÍA DE NICHOLAS RAY / PARTE XX (Y ÚLTIMA (¿?))

55 DAYS AT PEKING (1963, 55 DÍAS EN PEKÍN)



Estudio: Samuel Bronston Productions, Inc. / Allied Artists Pictures Corp. y The Rank Organisation.

Productor: Samuel Bronston.

Guión: Philip Yordan y Bernard Gordon.

Diálogos adicionales: Robert Hamer.

Decorados, diseño de producción y vestuario: Veniero Colasanti y John Moore.

Fotografía: Jack Hildyard (en Technicolor y Technirama (exhibida en Super Technirama 70)).

Música: Dimitri Tiomkin.

Reparto: Charlton Heston (Mayor Matt Lewis), Ava Gardner (Baronesa Natalie Ivanoff), David Niven (Sir Arthur Robertson), Flora Robson (Emperatriz Cixí), John Ireland (Sargento Harry), Harry Andrews (Padre de Bearn), Leo Genn (General Jung-Lu), Robert Helpmann (Príncipe Tuan).

Duración: 162 minutos.

Estreno: 29 de mayo de 1963.

Incluye: Overture – Intermission – Playout Music (con la canción "So Little Time", compuesta por Dimitri Tiomkin (música) y Paul Francis Webster e interpretada por Andy Williams - y nominada a los Oscars de 1964 (al igual que la banda sonora del gran Tiomkin) -).

Cuarta de las seis superproducciones que el magnate Samuel Bronston (1908-1994) llevaría a cabo en la Península Ibérica (recordemos: JOHN PAUL JONES (1959, EL CAPITÁN JONES), KING OF KINGS (1961, REY DE REYES), EL CID (1961, ídem), la película hoy comentada, THE FALL OF THE ROMAN EMPIRE (1964, LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO) y CIRCUS WORLD (1964, EL FABULOSO MUNDO DEL CIRCO)) y canto del cisne (aunque no en sentido estricto pues todavía realizaría alguna película más) del gran Nicholas Ray que, imitando al maestro Hitchcock, tiene un pequeño cameo como el ministro norteamericano.

Película que podemos englobar (al igual que varias de las arriba mencionadas) en el cine de aventuras (o también en el cine histórico, con todas las licencias lógicas de una obra de estas proporciones) y que independientemente de que fuera o no dirigida en su mayor parte por Nicholas Ray o por Guy Green (un director del agrado de su estrella principal, Charlton Heston), lo cierto es que 55 DÍAS EN PEKÍN es otra de esas películas (como me sucedía con REY DE REYES) que me daba pereza revisar dada su duración y la supeditación (aunque menor de lo que pudiera pensarse) del espectáculo colosal exigido por Bronston sobre las historias individuales de sus protagonistas - sin duda más afines al itinerario vital de un director ya en retirada – pero cuyo visionado esta tarde me ha proporcionado una más que agradable estancia delante del televisor y para nada se me ha hecho larga. Algunas de las producciones actuales deberían de tomar nota al respecto…



Estamos en Pekín, China, en el verano de 1900.

Un país donde las lluvias se han retrasado lo que ha producido la pérdida de las cosechas y ha abocado a 100 millones de chinos al hambre.

Un país sometido por 11 potencias coloniales – Imperio Alemán, Imperio Austro-Húngaro, Bélgica, España (¡!), Francia, Italia, EEUU, Japón, Países Bajos, Reino Unido e Imperio Ruso– que controlan 13 de las 18 provincias chinas.

Un país donde el descontento por la presencia de tropas extranjeras y el reparto de sus ciudades más prósperas ha provocado el levantamiento de los bóxers (1899-1901) quienes (como en las películas americanas donde los indígenas son los malvados) se dedican a matar a todo europeo o religioso que se encuentre en su camino.

Una revuelta fomentada por el príncipe Tuan (un Robert Helpmann con las pintas de Ming, el Cruel (ya sabéis, el de “Flash Gordon” - el cómic, no la película - y con la voz de Alfredo Landa (¡!)) frente a la política más apaciguadora del general Jung-Lu (el siempre competente Leo Genn – inolvidable en su papel de Petronius en la muy reivindicable QUO VADIS (1951, ídem) - ). Ambos siempre a la sombra de la emperatriz viuda (una excelente Flora Robson).



Como decíamos Ray (o Green o qué más da) logra aunar los grandes espectáculos de masas y los colosales decorados (espléndidos, por cierto) y la historia personal de los principales protagonistas de la historia: el mayor Lewis (un como siempre soberbio Charlton Heston); la baronesa Natalie (como decíamos una ya en decadencia Ava Gardner pero todavía reteniendo esa belleza arrebatadora que le otorgó la madre naturaleza) y el diplomático Robertson (un, como siempre, impecable David Niven).



Aquí tiene Ray por última vez oportunidad de introducir otra de esas historias de amor “bigger than life” marca de la casa (y que como he repetido varias veces ya forman parte de lo mejor de su obra) entre el brusco Lewis y la bella aristócrata rusa (una buena forma de rebajar la tensión entre ambas potencias – estamos en plenos años ‘60 y la crisis de los misiles - …). Una historia de amor con un final trágico como suele ser habitual (aunque no siempre – véase JOHNNY GUITAR o REBELDE SIN CAUSA - ) en la obra del director norteamericano.



Un Lewis que aprenderá dos cosas que le cambiarán por completo la vida: a amar a una mujer con total sinceridad y a encargarse del cuidado de la hija mestiza de uno de sus hombres. Una madurez vital que alcanzará el soldado después de que la primera muera al intentar conseguir medicinas y alimentos para los heridos y la segunda quede desamparada, una niña medio blanca / medio china, que no pertenece ni a uno ni a otro mundo.



También la amistad que se va cimentando entre Lewis y Robertson acabará por romper las barreras de clase y de educación entre ambos y acabarán por forjar un vínculo indestructible.

Y no olvidemos el espectáculo que demandaba el productor y que sirve de nexo de unión de una historia que ciertamente desprende un tono claramente colonialista pero que a la vez da voz propia al pueblo chino (especialmente en la boca de la emperatriz) sobre la voracidad de los conquistadores y su afán de lucro a costa del trabajo y de la vida de los pobladores originarios del país.



No es un mal final para una carrera como la de Nicholas Ray. Podía haber sido mejor. Pero también peor.

Y no quisiera marcharme sin indicar la presencia en el nutrido reparto de actores como Paul Lukas (ganador de un Oscar en 1944 por la espléndida WATCH ON THE RHINE) o Robert Urquhart (el compañero de fatigas del mismísimo Frankenstein en THE CURSE OF FRANKENSTEIN (1957, LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN) – ay, esa querencia por el fantástico…).

Ah, y el Robert Hamer que aparece acreditado como dialoguista adicional es el mismo director de la magistral comedia KIND HEARTS AND CORONETS (1949, OCHO SENTENCIAS DE MUERTE). Que conste en acta.

Feliz tarde/noche a todas/todos las/los mujeres/hombres de buena voluntad.



P. D. La edición en BD de la mano de Divisa (2016) presenta una excelente calidad tanto de imagen como de sonido pero al igual que ocurría con REY DE REYES los subtítulos están ligeramente desincronizados lo cual me ha obligado a ver la película doblada. Por cierto, un magnífico doblaje como era habitual en aquellos años todo hay que decirlo.

P. P. D. Ha sido un placer y toda una experiencia única (al menos en mi caso) el poder comentar la filmografía completa de un director al que admiro tanto (y ahora aún más) como es Nicholas Ray. Ha sido un largo viaje y espero que si a alguno de vosotros que todavía no lo conocéis os ha entrado el gusanillo por conocer su obra mi misión habrá tenido éxito.

Y, por supuesto, dedicar todo este trabajo a mi compañero de fatigas (y fustigante cinéfilo) mad dog earle que fue al que se le ocurrió la idea. Sin él este proyecto nunca hubiera sido posible.

Va por ti, amigo.

Iniciado por Alcaudón

Se me olvidó comentar que sí había visto, al menos, una película de Dearden y además todo un clásico del cine de aventuras como es KARTUM (1966, KHARTOUM) rodada en esplendoroso Ultra Panavision 70 (2.76:1).

Ya sólo con ver a Olivier disfrazado del Rey Mago Baltasar de la Cabalgata de Reyes de tu pueblo te entraba la risa floja ...

Iniciado por Alcaudón

EL ÚLTIMO GRAN ROMÁNTICO DEL CINE CLÁSICO NORTEAMERICANO

O

REVISANDO LA FILMOGRAFÍA DE NICHOLAS RAY / PARTE XX (Y ÚLTIMA (¿?))

55 DAYS AT PEKING (1963, 55 DÍAS EN PEKÍN)



Estudio: Samuel Bronston Productions, Inc. / Allied Artists Pictures Corp. y The Rank Organisation.

Productor: Samuel Bronston.

Guión: Philip Yordan y Bernard Gordon.

Diálogos adicionales: Robert Hamer.

Decorados, diseño de producción y vestuario: Veniero Colasanti y John Moore.

Fotografía: Jack Hildyard (en Technicolor y Technirama (exhibida en Super Technirama 70)).

Música: Dimitri Tiomkin.

Reparto: Charlton Heston (Mayor Matt Lewis), Ava Gardner (Baronesa Natalie Ivanoff), David Niven (Sir Arthur Robertson), Flora Robson (Emperatriz Cixí), John Ireland (Sargento Harry), Harry Andrews (Padre de Bearn), Leo Genn (General Jung-Lu), Robert Helpmann (Príncipe Tuan).

Duración: 162 minutos.

Estreno: 29 de mayo de 1963.

Incluye: Overture – Intermission – Playout Music (con la canción "So Little Time", compuesta por Dimitri Tiomkin (música) y Paul Francis Webster e interpretada por Andy Williams - y nominada a los Oscars de 1964 (al igual que la banda sonora del gran Tiomkin) -).

Cuarta de las seis superproducciones que el magnate Samuel Bronston (1908-1994) llevaría a cabo en la Península Ibérica (recordemos: JOHN PAUL JONES (1959, EL CAPITÁN JONES), KING OF KINGS (1961, REY DE REYES), EL CID (1961, ídem), la película hoy comentada, THE FALL OF THE ROMAN EMPIRE (1964, LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO) y CIRCUS WORLD (1964, EL FABULOSO MUNDO DEL CIRCO)) y canto del cisne (aunque no en sentido estricto pues todavía realizaría alguna película más) del gran Nicholas Ray que, imitando al maestro Hitchcock, tiene un pequeño cameo como el ministro norteamericano.

Película que podemos englobar (al igual que varias de las arriba mencionadas) en el cine de aventuras (o también en el cine histórico, con todas las licencias lógicas de una obra de estas proporciones) y que independientemente de que fuera o no dirigida en su mayor parte por Nicholas Ray o por Guy Green (un director del agrado de su estrella principal, Charlton Heston), lo cierto es que 55 DÍAS EN PEKÍN es otra de esas películas (como me sucedía con REY DE REYES) que me daba pereza revisar dada su duración y la supeditación (aunque menor de lo que pudiera pensarse) del espectáculo colosal exigido por Bronston sobre las historias individuales de sus protagonistas - sin duda más afines al itinerario vital de un director ya en retirada – pero cuyo visionado esta tarde me ha proporcionado una más que agradable estancia delante del televisor y para nada se me ha hecho larga. Algunas de las producciones actuales deberían de tomar nota al respecto…



Estamos en Pekín, China, en el verano de 1900.

Un país donde las lluvias se han retrasado lo que ha producido la pérdida de las cosechas y ha abocado a 100 millones de chinos al hambre.

Un país sometido por 11 potencias coloniales – Imperio Alemán, Imperio Austro-Húngaro, Bélgica, España (¡!), Francia, Italia, EEUU, Japón, Países Bajos, Reino Unido e Imperio Ruso– que controlan 13 de las 18 provincias chinas.

Un país donde el descontento por la presencia de tropas extranjeras y el reparto de sus ciudades más prósperas ha provocado el levantamiento de los bóxers (1899-1901) quienes (como en las películas americanas donde los indígenas son los malvados) se dedican a matar a todo europeo o religioso que se encuentre en su camino.

Una revuelta fomentada por el príncipe Tuan (un Robert Helpmann con las pintas de Ming, el Cruel (ya sabéis, el de “Flash Gordon” - el cómic, no la película - y con la voz de Alfredo Landa (¡!)) frente a la política más apaciguadora del general Jung-Lu (el siempre competente Leo Genn – inolvidable en su papel de Petronius en la muy reivindicable QUO VADIS (1951, ídem) - ). Ambos siempre a la sombra de la emperatriz viuda (una excelente Flora Robson).



Como decíamos Ray (o Green o qué más da) logra aunar los grandes espectáculos de masas y los colosales decorados (espléndidos, por cierto) y la historia personal de los principales protagonistas de la historia: el mayor Lewis (un como siempre soberbio Charlton Heston); la baronesa Natalie (como decíamos una ya en decadencia Ava Gardner pero todavía reteniendo esa belleza arrebatadora que le otorgó la madre naturaleza) y el diplomático Robertson (un, como siempre, impecable David Niven).



Aquí tiene Ray por última vez oportunidad de introducir otra de esas historias de amor “bigger than life” marca de la casa (y que como he repetido varias veces ya forman parte de lo mejor de su obra) entre el brusco Lewis y la bella aristócrata rusa (una buena forma de rebajar la tensión entre ambas potencias – estamos en plenos años ‘60 y la crisis de los misiles - …). Una historia de amor con un final trágico como suele ser habitual (aunque no siempre – véase JOHNNY GUITAR o REBELDE SIN CAUSA - ) en la obra del director norteamericano.



Un Lewis que aprenderá dos cosas que le cambiarán por completo la vida: a amar a una mujer con total sinceridad y a encargarse del cuidado de la hija mestiza de uno de sus hombres. Una madurez vital que alcanzará el soldado después de que la primera muera al intentar conseguir medicinas y alimentos para los heridos y la segunda quede desamparada, una niña medio blanca / medio china, que no pertenece ni a uno ni a otro mundo.



También la amistad que se va cimentando entre Lewis y Robertson acabará por romper las barreras de clase y de educación entre ambos y acabarán por forjar un vínculo indestructible.

Y no olvidemos el espectáculo que demandaba el productor y que sirve de nexo de unión de una historia que ciertamente desprende un tono claramente colonialista pero que a la vez da voz propia al pueblo chino (especialmente en la boca de la emperatriz) sobre la voracidad de los conquistadores y su afán de lucro a costa del trabajo y de la vida de los pobladores originarios del país.



No es un mal final para una carrera como la de Nicholas Ray. Podía haber sido mejor. Pero también peor.

Y no quisiera marcharme sin indicar la presencia en el nutrido reparto de actores como Paul Lukas (ganador de un Oscar en 1944 por la espléndida WATCH ON THE RHINE) o Robert Urquhart (el compañero de fatigas del mismísimo Frankenstein en THE CURSE OF FRANKENSTEIN (1957, LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN) – ay, esa querencia por el fantástico…).

Ah, y el Robert Hamer que aparece acreditado como dialoguista adicional es el mismo director de la magistral comedia KIND HEARTS AND CORONETS (1949, OCHO SENTENCIAS DE MUERTE). Que conste en acta.

Feliz tarde/noche a todas/todos las/los mujeres/hombres de buena voluntad.



P. D. La edición en BD de la mano de Divisa (2016) presenta una excelente calidad tanto de imagen como de sonido pero al igual que ocurría con REY DE REYES los subtítulos están ligeramente desincronizados lo cual me ha obligado a ver la película doblada. Por cierto, un magnífico doblaje como era habitual en aquellos años todo hay que decirlo.

P. P. D. Ha sido un placer y toda una experiencia única (al menos en mi caso) el poder comentar la filmografía completa de un director al que admiro tanto (y ahora aún más) como es Nicholas Ray. Ha sido un largo viaje y espero que si a alguno de vosotros que todavía no lo conocéis os ha entrado el gusanillo por conocer su obra mi misión habrá tenido éxito.

Y, por supuesto, dedicar todo este trabajo a mi compañero de fatigas (y fustigante cinéfilo) mad dog earle que fue al que se le ocurrió la idea. Sin él este proyecto nunca hubiera sido posible.

Va por ti, amigo.

El chino con la voz de Alfredo Landa ¡ay, el chino -falso, lo hace un actor inglés, como a casi todos los chinos que salen en la película- con la voz de Alfredo Landa !



"¡Nati!¡Nantia!¡Uta!¡Pio!"

...

Épico

A mí, el príncipe Tuan con esas pintas, ésas uñazas y ésos ademanes siempre me recordó un poquito a una suerte de Nosferatu chino (el actor, en cuestión, Robert Helpmann, creo que venía del mundo del ballet, y en el cine interpretó, con frecuencia, a estilizados y algo grotescos vilanos). Por cierto que dicen que el personaje de Ava Gadner no moría al final en un principio, pero todos en el set acabaron hasta las narices de sus constantes retrasos y de sus días de resaca (si no habéis visto Arde Madrid, y los pitorreos que se traen a cuenta de la película "¿usted sabe que los chinos son comunistas..?", ya tardáis), y decidieron cortar por lo sano con su personaje. Musicón a cargo del gran Dmitri Tiomkin, que a muchos les parece over the top, pero que en la mayoría de sus películas -mayormente , La caída del Imperio Romano-, a mí me encanta.

Por cierto, que el que hace de bóxer gordaco -Milton Reid- también salía en alguna de la Hammer.

Iniciado por Alcaudón

Bonita película, la he visto varias veces y siempre me sorprende en algo, muy bien interpretada, me gusta mucho la pareja de polícias (Nigel Patrick y Michael Craig) como llevan el peso de la película, y por supuesto el desenlace final con el descubrimiento del asesino y sus motivos para realizarlo.

De Basil Dearden he visto muchas de sus películas, las mas notables creo recordar fueron "La mujer de paja", "Al morir la noche", "Matrimonio de estado", "Barrio peligroso" "La tercera llave", "Noche de pesadilla"...

Otras que me gustaron menos fueron "Coacción", "Vida para Ruth", "Víctima", "Nowhere to go" o "Tinieblas".

Aún me faltarían por ver muchas de sus primeras películas, como siempre, es algo díficil de conseguir.

Muchas gracias a ambos por vuestros comentarios que se complementan tan bien. A mi me habéis motivado a echarle un vistazo otra vez a Johnny Guitar.

Lo último que yo he visto son dos películas hispanas:



Quien te cantará de Carlos Vermut.
Es una amarga historia sobre la perdida de identidad. Nawja Nimri es una cantante que un día despierta en la playa con amnesia. Solo tiene una amiga (además de ser su mánager), que intentará que vuelva a cantar. Se revelará que Nawja lleva diez años sin actuar, y le faltan ganas e inspiración. Paralelamente se introduce la historia de una mujer que trabaja en un karaoke que es muy fan de ella. Tras un par de escenas donde su hija la trata como basura irá directa a la playa para meterse en el agua... Pero casualidades de la vida: la mánager se cruza con ella en la misma orilla. Desde la orilla, el director pasa de puntillas toda una historia de dos mujeres llena de recursivos paralelismos sobre maternidad, depresión, casualidades y contrastes emocionales. La premisa es muy original, pero la dirección y guion no tanto. Lo peor de todo es como la supuesta tensión de este thriller se desinfla de la misma forma que se resuelve: con la protagonista hablando a cámara. Hay un par de elementos que me gustan. Por ejemplo: ese primer barco de papel que hace la chica del karaoke flotando en un vaso. O el segundo que acaba deshaciéndose revelando sus pliegues. Pero aunque son bonitos recursos... el director los encuadra bien en el centro, y se recrea milenios en ellos. Interesante premisa y decepcionante como película, parece mas bien una mancha.



El pico de Eloy de la Iglesia. No recuerdo quien de aquí la recomendó (Tomás?) pero es todo un acierto. Me ha parecido tremendamente buena. Es una tragedia vasca muy basta. Es muy primitiva, pero eso enfatiza su denuncia. La hipocresía de la sociedad española. El consumo de drogas. Las amistades. Las incompatibilidades familiares. La enfermedad. El abuso de autoridad. Y la violencia.



La historia va de un chico de dieciocho que acompañado de un amigo se dedican a vender droga. Consumen droga blanda pero pronto por puros sentimientos económicos (los personajes son brutalmente sinceros y dicen esto literalmente) se pasan a chutarse. El protagonista al atravesar su piel por primera vez desde sus pocas miras se sorprende al descubrir que la paz es una sustancia. La madre del protagonista que está enferma terminal necesitará pincharse para mitigar sus dolores. Pronto los esperados problemas comenzarán cuando el hijo le robe la medicación a su madre para pincharse en su cuarto. El padre (que es guardia civil) no se imaginaba que su propio hijo hiciese algo así, y conseguirá que su hijo huya de casa. El padre lleno de remordimientos (y... venganza?) tratará de encontrar a su hijo y a sus proveedores de droga para descubrir verdades muy incómodas. La brillante historia y los personajes son el sostén de una película que solo desprende visceral crudeza.



Buenas narcóticas noches.

En El Pico hay mucha verdad. Trataba un tema muy duro que ya empezaba a preocupar a muchas familias en muchos barrios de ciudades y pueblos de España. A principios de los 80, la libertad también trajo una facilidad para conseguir drogas, y en este caso, la heroína, de manera brutal. Mucha gente se enganchó (en mi mismo barrio) y también mucha murió, bien de la droga, bien por haber contraído el sida con los problemas que ocasionaba, o bien en el talego durante años y años.
De los protagonistas, solo dos sobrevivieron a esa época, y uno de ellos (Enrique San Francisco), de chiripa, porque tambiéne estuvo muy enganchado.

Curiosa esta pequeña entrevista al protagonista, José Luis Manzano, que hablaba de su personaje, el Jaro. Él terminaría igual.

Iniciado por Branagh/Doyle

Synch dijo...

Creo que me (nos?) entra como un guante el Williams fantasioso, escapista, de las dos primeras


Por supuesto que me va, el Williams clásico, el de SW, ET, Indy, Superman, Hook, Home Alone y demás. Lo hace magníficamente y la primera entrega de HP es gloriosa en ese sentido, pero es terreno conocido. HP3 me gusta más por la razón que me gusta más ESB sobre el resto de parituras de SW: Es más rica, compositivamente más compleja, con más capas (YODA AND THE FORCE), emocionalmente más descarnada (HAN SOLO AND THE PRINCESS ), y el estilo es más oscuro y postmodernista que el neo romanticismo vitalista Korngoldiano de ANH. HP3 es refrescante dentro de la obra de Williams como lo fue Empire en su momento. O JFK. Porque se aparta de lo típico que esperas cuando te sientas a escuchar un partitura de John Williams. No sé si me explico.

Y mira que me debería gustar más Leia's Theme o Luke and Leia, más emoción concreta, menos romanticismo general, pero HSandTP es perfecta. Pero que perfecta. De ese Williams que va a más, hacia otras partes, destacaría el inicio el tema de los Ewoks que, acertadamente, suena entre las elegidas en los créditos del VI.

Iniciado por Branagh/Doyle

Porque Synch... ¡que uso del scope, de los planos secuencia, del fuera de campo y de los reflejos hace Cuarón! ¡Que uso NARRATIVO DE LA LLUVIA! (esto dicho así suena raro pero...). Estoy coñazo con Azkaban hoy lo sé, pero hacía un año y algo que no escuchaba la BSO, y me ha dado fuerte... . ¡Esperando tus analisis de la última de Cloverfield y la peli y la BSO de Drácula (si al final caen esta semana)!

Esta semana me ha dado por ver algo pendiente: documental Celtics & Lakers y son como 200 y pico minutos Pero tras Cloverfield viene Dracula, no problemo!!!

Azkaban es un film cojonudo y una versión particular del mundo Potter. Globet en parte (ese en parte es porque Newell no es Cuarón, vaya) también lo es, ambas lejos del producto más escape/ochentero de las dos primeras y lejos de lo grisáceo de Yates (aunque cada vez que veo Hallows 1 me gusta más, road movie, ese momento en Godric's Hollow, ese momento tan bien rodado (pese a Radcliffe) de cuando Hermione y Harry PODRÍAN pero no, y ese final bastante emotivo en la playa).

"El pico" me encanta. Otra película que me gustaba mucho es "La estanquera de Vallecas", mismo actor y mismo director, aunque para mi supuso bastante choque el enterarme de que el caso real en que se basa fue mucho menos "amable" que lo que la película representa.

https://elpais.com/diario/1980/05/01...59_850215.html

Iniciado por Alcaudón

P. D. La edición en BD de la mano de Divisa (2016) presenta una excelente calidad tanto de imagen como de sonido pero al igual que ocurría con REY DE REYES los subtítulos están ligeramente desincronizados lo cual me ha obligado a ver la película doblada. Por cierto, un magnífico doblaje como era habitual en aquellos años todo hay que decirlo.

En mi caso mi experiencia ha sido todo lo contrario. La copia que he visto (y que comentaré entre hoy y el viernes, cuando tenga un hueco) es rematadamente mala: colores desvaídos, macrobloques a troche y moche, falta de nitidez, imagen un tanto deformada, como achaparrada, etc. Pero en cambio he podido verla en versión original, o sea que no podré decir nada de la voz de Alfredo Landa , pero sí de las de Niven, Gardner o Heston. Por cierto, ya avanzo que mi valoración del film no será tan benévola. A diferencia de Rey de reyes, que me supuso una agradable sorpresa, esta me ha parecido mucho menos inspirada en todos los terrenos.

Iniciado por Alcaudón

P. P. D. Ha sido un placer y toda una experiencia única (al menos en mi caso) el poder comentar la filmografía completa de un director al que admiro tanto (y ahora aún más) como es Nicholas Ray. Ha sido un largo viaje y espero que si a alguno de vosotros que todavía no lo conocéis os ha entrado el gusanillo por conocer su obra mi misión habrá tenido éxito.

Y, por supuesto, dedicar todo este trabajo a mi compañero de fatigas (y fustigante cinéfilo) mad dog earle que fue al que se le ocurrió la idea. Sin él este proyecto nunca hubiera sido posible.

Va por ti, amigo.

Gracias, Alcaudón, pero el mérito ha sido fundamentalmente tuyo. Yo, modestamente, solo he aportado la insistencia y persistencia que ya tengo rodada gracias a las colaboraciones con el amigo Alex, que además de sus habilidades como barman y sus pinitos punkies, es un cinéfago de cuidado y me ha acompañado en varias revisiones in extenso (Verhoeven, Jarmusch, Cronenberg). De hecho, aún seguimos con Polanski, y cuento contigo. Luego ya hemos decidido que caerá Peter Weir. A ver quién se apunta.

Por lo que respecta a Nicholas Ray, tu comentario me suena a despedida. ¿Quiere esto decir que renuncias definitivamente a comentar Lightning Over Water? Si es así, recogeré el testigo y la semana que viene cierro el ciclo con un comentario del testamento fílmico (y vital) de Ray, pero será, como decimos en catalán, "a contracor", porque ganas, lo que se dice ganas, de verla, no tengo.