"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Sí, a mí también me gustó mucho la Ryder. Por ejemplo, la escena final con Gabriel Byrne creo que es la mejor de las cuatro en lo que toca a la relación entre Jo y Bhaer. También en la de Armstrong, como bien apuntas, Susan Sarandon tiene más presencia que Laura Dern, que sin estar mal ni mucho menos está algo más apagada. Por eso en mi comentario destaco bastantes cosas de la versión de Armstrong, porque en el fondo me satisfizo más que las clásicas de Cukor y LeRoy, aunque me temo que es una de las menos valoradas. A pesar de todo, pongo algo por encima, en conjunto, la versión de Gerwig. Queda en el terreno de los gustos elegir a unos u otros integrantes de los repartos para una versión "ideal" de Little Women... o quizá, simplemente, todavía está por llegar. Espero leer en las próximas semanas la novela de Alcott y quizá me animo a un comentario en De la literatura al cine.
Louis Garrel me gusta peero Gabriel es amor del bueno qué atractivo y buen actor ...Winona preciosa..hacían parejaza,te los creías total!
Para mí es una version infravalorada.La de colorines de June Allyson es la más mítica?¿ la recuerdo por la pinza en la nariz de una de las chicas JAJA..tendría que revisarla
Winona Ryder en Reality Bites © Mark Shaw.
http://meteneishastaelparrus.blogspo...inatos-de.html
Última edición por hannaben; 27/10/2020 a las 17:11
"Operación UNCLE" de Guy Ritchie con Henry Cavill, Armie Hammer y Alicia Vikander. Un agente de la CIA, Napoleón Solo, y otro del KGB, Illya Kuriakin, se unen para realizar una misión que pasa por recoger a una joven en la Alemania del muro para llevarles hasta su padre. Este se halla creando un artefacto nuclear para una organización y deben evitar que se complete el trabajo. Film de espías con momentos de humor y dirigida al estilo de Ritchie, que se deja ver.
Los más veteranos seguro que recuerdan la serie de televisión El agente de CIPOL (The Man From U.N.C.L.E), popularísima en aquella época de televisión única (y en blanco y negro), con Robert Vaughn como Napoleon Solo y David McCallum como Illya Kuryakin. También aparecía un habitual de Hitchcock, Leo G. Carroll.
Emisión en España: Se emitía los viernes a las 11 de la noche, a partir del 9 de diciembre de 1966.
Supongo que posteriormente se programaría en una hora más temprana, porque yo la veía, y no creo que me dejaran estar hasta tan tarde ante el televisor... aunque quizá sí. Eso sí, la veía en riguroso blanco y negro. Fue una serie muy popular, hasta el punto que para mucha gente Robert Vaughn era, apareciera donde apareciera, Napoleon Solo (por cierto, el nombre del personaje se las trae). Y lo mismo vale para David McCallum, al que aún se le puede ver en la serie Navy: Investigación criminal... ¡y tiene 87 años!
Hombre, no es Ella Fitzgerald, no es Whitney Houston...pero es una artista. Canta, baila, se ha sabido mantener en todo lo alto, mientras las modas iban y venían, e incluso, en muchos momentos, ella era la que marcaba la moda.
Que una cantante haya durado tanto tiempo en lo más alto, cuando la fecha de caducidad original (como otras) dictaba, a lo sumo 6, 8 o 10 años, tiene un meritazo. Y en el cine, ha hecho destrozos absolutos, pero también hay cosas muy notables (ahí esa Evita).
A mi me ha acompañado durante mi niñez y juventud, y creo que ha tenido discos muy buenos, como ese Like a prayer, que gasté de tanto ponerlo.
Y curiosamente, donde más me ha llegado siempre ha sido en algunas baladas preciosas como esta Live to tell
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Totalmente de acuerdo con vosotros. Ryder estaba para comérsela de jovencita. Y Susan Sarandon que estaba en plena cresta de la ola, pues recordemos que por entonces gana el Oscar por Pena de muerte. Estaba maravillosa.
En cualquier caso. Greta Gerwig, a la que cada vez la tengo más aprecio y respeto como artista total, le ha dado vida nueva, cuando algunos (los pocos) pensaban que se iba a pegar una leche.
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Hombre, precisamente en Evita se "adaptó" (eufemismo para simplificó) mucho la partitura para que ella pudiese dar la talla siendo como es un papel enormemente complicado incluso para figuras consagradas de Londres o Broadway, con lo que Madonna... en fin, hace lo que puede. Con decirte que Banderas se la come vocal e interpretativamente hablando...
Se ha mantenido durante décadas... correcto. Se entrega, da show, da espectáculo. Eso si. No lo discuto. El resto ya...
Última edición por Branagh/Doyle; 28/10/2020 a las 15:57
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
Yo sí creo que tiene talento. Algo ha de tener para que haya gustado a varias generaciones. Y además, no tengo la menor duda de que es inteligente, además de lista. Hablamos siempre de Madonna como cantante, pero ya desde el primer disco, fue importante su labor de composición de sus propias canciones. Y no es lo usual en el mundo del pop comercial (o al menos, no lo era entonces).
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Esto si. Mil veces si, esto es muy importante.
Ojo, no le he negado el talento, solo la capacidad vocal.
PD: Estoy escuchando el original Broadway Cast de Camelot con Richard Burton y Julie Andrews dándolo todo mientras escribo esto, conste. Gloria bendita. . Se hizo una adaptación cinematográfica del musical con Richard Harris y Vanessa Redgrave en los papeles principales, nada menos. O eso creo recordar, hace siglos que no veo la película.
Oh, the simple joys of maidenhood...
"There’s this misconception these days that a thematic score means a dated-sounding score. This, of course, is a cop out. There’s no reason to throw the baby out with the bathwater. The art of composing modern scores is the having the skill set to keep motifs alive while being relevant. But too many times, newer composers have no idea what fully developed themes are because they grew up on scores that are nothing more than ostinatos and “buahs.”
John Ottman.
amigo Branagh, eso no te lo discuto. La capacidad vocal de Madonna es limitada. Aún así, si uno la escucha en los primeros discos y posteriormente, se ve una evolución, una mejoría en la forma de cantar. A Madonna hay que considerarla como un todo, y la voz es una de las distintas cualidades que valorar.
Dejando a Madonna a un lado, también las "grandes" hicieron música popular, y triunfaron como este número 1 en USA de Ella Fitzgerald. Era 1938.
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Revisada anoche Match Point de Woody Allen.
Lo primero es su condición de primer (creo) film ambientado/rodado fuera de NYC y la elección de Londres (cuyo pasado gris/Young Ones quedó atrás ya en los 90) era la más obvia aunque parece que fue más que nada una cuestión de que ahí le financiaban el film.
No obstante, aunque Allen logra un producto en el que brilla Londres (pese a la foto algo apagada pero cojonuda para el tono del film), y se siente al Allen de Interiors, September y Another Woman (3 de mis 10 favoritas de él y las dos primeras en mi Top 3, a saco, que sería Interiors, Manhattan y September aunque no sé en que orden), sí se nota la pérdida de esa unión casi orgánica de Allen no sólo a NYC sino a una parte geográfica concreta de la misma y a un ideal concreto. Que tire de elementos muy visibles (eso de que la pareja viva frente al parlamento... ) es comprensible (ignoro si mediaba petición o él lo ve con ojos de turista o simplemente quería ser comercial ahí), pero en general es un film en el que se percibe cierta desconexión autor - entorno.
Y eso, en este caso, es cojonudo. Porque es la misma desconexión de Nola y Chris frente a la ominosa vida monetaria de la familia Hewett, las posesiones, barrios, oficinas y demás. Y eso que, sin necesidad de fijarse mucho, Allen hace lo mismo que en sus films de NYC: cuando Nola entra en una vida más precaria lo hace viviendo en un piso que no veas (no, con sueldo de una dependienta no vives ahí en Londres), va en taxi... Todo muy Friends (ahora la estoy revisando ).
Match Point es un film cojonudo que me entra por pura calidad y no tanto por retorno (September, Hannah) o flipe ante ello (Interiors, Another Woman). Todo el entramado dramático raya a nivel sublime. Scarlett Johansson se sale haga lo que haga: como mujer fatal (su primera escena no es de escuela de cine: o tiene eso, o no lo tiene, punto, no añado más), como persona tridimensional a la que nadie en el film (ni el espectador) llega a comprender y como chica metida en un embrollo emocional de alta pasión.
El personaje de Chris es aún más opaco, Allen ni se molesta en que nos caiga bien, no necesita engañarnos, aunque debo decir que el tema asesinato es algo excesivo viendo al personaje, quien sabe, pero al final funciona cuando entra esa pareja de policías que desprenden ese sabor londinense/inglés.
Decía: esa foto, o la ópera como bso, quedan de muerte para este film pero no me conectan con Allen ni a él con Londres, o Londres conmigo (soy fanboy de la ciudad) pero lo compro a muerte porque se adhiere al film de principio a fin.
Puto Allen.
Ah, de nuevo los fetiches, lo que creo le supone para él, metido sin disimulo en el guión (y lo valido, joder, claro que sí):
So, you are aware of your effect on men?
...
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
Soy más de Sarah Vaughan
Madonna en directo no canta,pero es divertido verla.Y en el TRUE BLUE o la OST de EVITA le apañan la voz pero que muy bien.
Toda la época aquella que tuvo a lo platino Marilyn me recordaba a la Dietrich físicamente
Última edición por hannaben; 30/10/2020 a las 11:09
Yo tengo que reconocer que, pese a ser bastante fanático de Madonna durante bastantes años (final de los 80 y todos los 90), sus directos, casi siempre me han dejado un sabor agridulce. Grandes espectáculos, sí, pero justita de voz en muchos de ellos.
Y por cierto, la última vez que la vi cantar, en una pausa del último Festival de Eurovisión (el del año pasado), me dio vergüenza ajena. No se si ese día estaba especialmente enferma o que ya ha perdido la voz que tenía, que no era mucha. Hasta me dio pena.
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Vista Abyssal Spider
Pelicula taiwanesa de este año, que tiene como principal atractivo, arañas acuaticas... pero que es un desastre.
Este es el tipico film en que sus responsables en principio te la venden de una forma, pero tras la primera respuesta negativa al primer trailer (no salian las arañas -spoiler-, solo hay una en toda la pelicula), sacaron un segundo en el que si salian, pero la razon es que el film no sabe por donde tirar: es un drama maritimo que, por azares, tiene un monstruo que apenas tiene una presencia en la trama, es como si Alien o Tiburon, el monstruo fuera un añadido de ultima hora y el resto del metraje, lo dedicasen a un drama sin fondo con unos personajes de brocha gorda, con elementos de thriller de suspense (ciertos giros se los sacan de la manga, y unos porque sies de mucho cuidado).
El reparto hace lo que puede, los efectos visuales no estan nada mal (el bicho tiene que lucir bien) y la musica esta muy mal colocada, pero de una forma pesima.
Un puto desastre.
Para arañas me quedo con las del maestro Jack Arnold...
... y por partida doble...
Mitica Tarantula, una de las monster-movies de los 50s mas reinvidicables.
Con cameo del maestro Eastwood incluido, mejor imposible
REVISANDO LOS GRANDES MELODRAMAS DE DOUGLAS SIRK (1897-1987) / PARTE IX (Y ÚLTIMA)
IMITATION OF LIFE (1959, IMITACIÓN A LA VIDA)
Director: Douglas Sirk.
Producción y distribución: Universal-International Pictures Co., Inc.
Productor: Ross Hunter.
Guion: Eleanore Griffin y Allan Scott, basado en la novela homónima de Fannie Hurst (Nueva York, 1933). [Serializada previamente en la revista Pictorial Review desde noviembre de 1932 hasta abril de 1933 como “Sugar House”].
Dirección artística: Alexander Golitzen y Richard H. Riedel.
Decorados: Russell A. Gausman y Julia Heron.
Fotografía: Russell Metty (en Eastman Color by Pathé y formato panorámico (1.85:1)).
Música: Frank Skinner.
Montaje: Milton Carruth.
Reparto: Lana Turner (Lora Meredith), John Gavin (Steve Archer), Sandra Dee (Susie, a los 16 años), Susan Kohner (Sarah Jane, a los 18 años), Robert Alda (Allen Loomis), Dan O’Herlihy (David Edwards), Karin Dicker (Sarah Jane, a los 8 años), Terry Burnham (Susie, a los 6 años) y Juanita Moore (Annie Johnson).
Duración: 2 h 04 m 33 s.
Rodaje: desde el 5 de agosto hasta principios de octubre de 1958.
Estreno: 17 de marzo de 1959.
Recaudación: 6.400.000 dólares (Variety, 4 de enero de 1961).
No creo que nadie a estas alturas dude de que el director de origen alemán Hans Detlef Sierck tiene en su filmografía alguno de los mejores ejemplos del melodrama de la Historia del Cine.
Y no deja de ser curioso que de los nueve grandes melodramas que rodó en los EUA el primero (OBSESIÓN (1954)) y el último (la película hoy comentada) fuesen sus mayores éxitos económicos.
En el listado de las películas más taquilleras de todos los tiempos elaborado por la prestigiosa revista Variety, en su número del 4 de enero de 1961, se recogen todos los títulos que superaron los 4 millones de dólares de recaudación en el mercado doméstico (incluyendo Canadá).
Pues bien, en dicho listado IMITACIÓN A LA VIDA ocupa un puesto privilegiado, con una recaudación de 6.400.000 dólares, mientras que OBSESIÓN alcanzó los 5.200.000. Y si seguimos bajando en el mismo nos encontremos con otro título del director, ESCRITO EN EL VIENTO, con 4.400.000.
Tengamos en cuenta que estoy hablando de las películas más taquilleras de todos los tiempos …
… hasta 1961…
Lástima que el director no tuviera similar reconocimiento por sus pares en la concesión de los Oscar pero…
IMITACIÓN A LA VIDA supuso por una parte el cuarto remake en su carrera de una película previa (tres de ellas firmadas por el (gran) director neoyorquino John M(alcolm) Stahl (1886-1950), del que espero hacer pronto una revisión de su obra sonora...) y por otra parte la cinta que supuso su despedida no sólo de Hollywood sino del cine en general.
En IMITACIÓN A LA VIDA -otro de esos hermosos títulos con los que se bautizaron sus películas - contó con la mayor parte de los colaboradores del primer largometraje con el que inicié esta apasionante (al menos para mí) revisión.
El productor Ross Hunter.
El decorador Russell A. Gausman.
El director de fotografía Russell Metty.
El compositor Frank Skinner.
El montador Milton Carruth.
Sólo echamos de menos la presencia del apuesto Rock Hudson (1925-1985) quien dejó de colaborar - intuyo que de mutuo acuerdo – con el director después del rodaje de la magistral ÁNGELES SIN BRILLO (1957) y que tendría su relevo natural en la figura del igualmente atractivo John Gavin (1931-2018), aunque siempre he considerado a este actor como un sosias en tono menor del primero.
Incluso ambas se rodaron en formato panorámico puesto que la Universal-International dejó de experimentar con el CinemaScope a finales de la década de los ‘50.
Muchos de esos títulos, al menos los mejores, comparten una obsesión estilística del director como es la utilización de los espejos, los escaparates o las ventanas (o los reflejos en el agua, como veíamos en TIEMPO DE AMAR, TIEMPO DE MORIR) y que aquí, igualmente, harán acto de presencia a lo largo de toda la proyección, incluido el inolvidable final de la cinta.
Puesto que en su momento descarté la posibilidad de hacer una comparativa entre SUBLIME OBSESIÓN (1935) de Stahl y OBSESIÓN (1954) de Sirk, me permitiréis que haga lo mismo en esta entrega final del coleccionable y obvie la misma entre IMITACIÓN DE LA VIDA (1934) de Stahl e IMITACIÓN A LA VIDA (1959) de Sirk.
Ya habrá tiempo cuando repase la obra del (apasionante) cineasta norteamericano…
La intención original del productor Ross Hunter era hacer de IMITACIÓN A LA VIDA un musical (¿?) y para ello ya en 1956 había comprado los derechos de la novela y tanteado la posibilidad de que la actriz Shirley Booth, que había ganado el Oscar a mejor actriz en 1953 (por su papel en COME BACK, LITTLE SHEBA, de Daniel Mann) y Ethel Waters (sí, la misma actriz que encarnó a la abuela de la protagonista en la recientemente comentada – en el otro rincón – PINKY, de Elia Kazan) encarnaran, respectivamente, a Bea Pullman y a Delilah Cillah Johnston (las Lora Meredith y Annie Johnson de la película).
Según iba avanzando la preproducción, Pearl Bailey sustituyó a Waters y más tarde la mismísima Mahalia Jackson hizo lo propio con la primera.
Sin embargo, finalmente la cantante declinó la oferta – aunque no su participación en la película, como todos bien recordamos… - y su lugar lo ocupó final y felizmente Juanita Moore (1914-2014), sin lugar a dudas, uno de los más grandes aciertos – a nivel interpretativo – de la película.
Pero, a todo esto, ¿cuál fue el motivo de que finalmente el protagonismo de la cinta recayera no en Shirley Booth sino en la fascinante (y bellísima) Lana Turner (1921-1995), antigua estrella de la MGM?
Pues seguramente el hecho de que su nombre estuviera en boca de todos debido al monumental escándalo que se produjo en 1958 por el asesinato a manos de su propia hija, Cheryl Crane (1943), del amante de la actriz, el gánster Johnny Stompanato.
- Y que no deja de tener su (relativa) correspondencia con lo que acontece en la película, dada la relación entre la madre y la hija… -
De hecho, Lana estipuló que en su contrato, aparte de su (abultado) salario, se llevaría el 5% de los beneficios en taquilla de la película.
Y no sólo eso si no que para elaborar su (suntuoso) vestuario se contrataran los servicios del prestigioso modisto Jean Louis (1907-1997) – recordemos sus creaciones para la felina Kim Novak -, para lo cual la Universal-International tuvo que pedirlo en préstamo a la Columbia, quien confeccionó una colección completa de vestidos para la actriz valorada en más de un millón de dólares (¡!), uno de los más costosos de toda la Historia del Cine.
Claro que Lana Turner ya había probado recientemente las mieles del éxito como madre de buen ver en la espléndida PEYTON PLACE (1957) de Mark Robson, que también comenté no hace tanto en este mismo rincón y que le supuso su única nominación a los Oscar a la mejor actriz en toda su larga carrera (quien debutó en la gran pantalla en la controvertida THEY WON’T FORGET (1937) de Mervyn LeRoy).
Basada en la novela homónima de Fannie Hurst (1885-1968), con prepublicación previa – y con distinto título - en la revista femenina Pictorial Review y también, en parte, en el guion de William Hurlbult (1878-1957) – guionista, entre otras, de la mítica LA NOVIA DE FRANKENSTEIN (1935) de James Whale - para la versión de 1934 de Stahl, IMITACIÓN A LA VIDA supuso el ajuste de cuentas final entre el director alemán y el cine norteamericano de la época del que se sentía cada vez más alejado y decepcionado.
Ese portazo final le supondría paradójicamente y como ya decía al inicio, el mayor éxito en la carrera del director, aunque es evidente que el público no entendió (aunque sí probablemente la crítica) la notable acidez que impregna toda la película.
Una visión nada idealizada del (fracasado) sueño norteamericano.
Una historia que se desarrolla a lo largo de once años, de 1947 (como se puede apreciar en ese cartel que cuelga de la barandilla en la que se apoya una angustiada Lora que ha perdido a su hija entre el gentío que se apelotona en las playas de Coney Island y que nos trae a la memoria a ese otro Mardi Gras de Nueva Orleans de 1932 que servía de marco espacio/temporal de la maravillosa ÁNGELES SIN BRILLO) hasta 1958.
Una historia donde las mujeres son las protagonistas, más que en ninguna otra película de las nueve que forman el canon del director.
Lora y Annie, ambas viudas y con hijas pequeñas a su cargo.
La primera blanca y la segunda negra.
Y la pequeña Sarah Jane (Karin Dicker, luego Susan Kohner) que al igual que la mencionada Pinky, trata de pasar por blanca en un mundo donde importa más el exterior (el color de la piel) que el interior (las cualidades humanas de la persona).
Y ambas son pobres.
A pesar de la profunda amistad y cariño que se profesan Lora y Annie, la película deja claro desde un principio las diferencias de no tanto de raza sino de clase que existen entre ambas.
Y es que Annie acaba siendo, aunque sea algo asumido con alegría por ella, la criada de Lora, como Sirk nos muestra desde el momento en que aquella pisa la casa de esta y recibe una llamada de trabajo.
Y no sólo eso sino que a pesar de vivir juntas durante diez años Annie sigue siendo una perfecta desconocida para Lora como Sirk deja bien claro en la magnífica escena (espejo incluido) en la que esta se extraña de que aquella tenga amigos.
“No tenía ni idea de que tuvieras amigos”.
Un comentario que indica en el fondo lo poco que conoce Lora a Annie a pesar de considerarla su mejor, o tal vez, su única amiga…
Y Lora todavía se sorprenderá más cuando en su lecho de muerte sepa lo buena que Annie ha sido no sólo con ella sino con todos sus semejantes.
En ese sentido, el personaje de Annie se aproxima (emocionalmente) al marido de Helen (Jane Wyman) en OBSESIÓN.
Dos personas que se dedican a hacer el bien anónimamente sin esperar ninguna recompensa a cambio.
Una hermosa lección que convendría no olvidar en estos tiempos tan aciagos.
Un racismo sutilmente velado por la elegancia en la puesta en escena del director sobrevuela toda la película pues, aunque en el fondo Lora es una mujer sin prejuicios raciales obtiene de Annie mucho más de lo que esta consigue de aquella.
Sólo el personaje encarnado por John Gavin carece absolutamente de prejuicios (raciales) y trata con profundo cariño tanto a Annie como a su hija Sarah Jane.
Sin embargo, el personaje carece del peso que un actor como Rock Hudson, incluso cuando no era primer plato, tenía en la historia, siendo Steve en el fondo un hombre con ambiciones pero que al contrario que Lorna se conforma con una vida gris y mediocre y siempre esperando pacientemente su desinteresado amor.
Annie se convertirá no sólo en el firme baluarte en el que se refugie Lora sino también en la auténtica madre de Susie (Terry Burnham, luego Sandra Dee).
Sirk deja claro desde un principio que sus simpatías están claramente del lado de Annie y no del de Lora, una persona que subordina toda su existencia, incluido el cuidado y la educación de su propia hija, al logro de alcanzar el estrellato, aunque sea con el pretexto de conseguir para su hija lo que ella no tuvo de niña.
Pero igualmente los distintos hombres que mariposean a su alrededor (tanto Allen (Robert Alda), como David (Dan O’Herlihy, el Robinson Crusoe buñueliano) o el propio Steve (John Gavin)) no son más que peldaños (u obstáculos) de la escalera al éxito en la que se haya encaramada Lora.
Sin embargo, también Annie fracasará como madre de Sarah Lee, al no comprender los verdaderos sentimientos de su hija, una negra blanca, valga la expresión, que ve en su madre el principal obstáculo para alcanzar la felicidad. O sea, ser aceptada como una más en un mundo de blancos (y para blancos).
Es de agradecer que al menos la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas nominara a las dos auténticas protagonistas de la película, Juanita Moore y Susan Kohner, en la categoría de mejor actriz de reparto, aunque ninguna de ellas se llevara a casa la preciada estatuilla.
Pese a todo, el fracaso de Annie se tornará en apoteósico éxito en el memorable final con el que Sirk rubricará su salida de Hollywood y su entrada en el Olimpo de los grandes directores de la Historia del Cine.
Seguramente no sea IMITACIÓN A LA VIDA el mejor melodrama de Douglas Sirk quizás porque me interesa menos la historia de Lora/Susie que la de Annie/Sarah Jane y porque además los personajes masculinos sirven de meros comparsas.
- Por cierto, no deja de ser curioso que el actor Troy Donahue (1936-2001) que ya tuvo un pequeño papel en ÁNGELES SIN BRILLO y que aquí encarna al novio (racista) de Sarah Jane, se haría famoso por una serie de melodramas que el gran Delmer Daves dirigió al final de su carrera, siendo el primero EN UNA ISLA TRANQUILA AL SUR (1959), en el que trabajó con…
… Sandra Dee… -
De hecho y si tuviera que elegir mi favorito entre los nueve que he reseñado, cosa harto difícil, creo que me quedaría con SÓLO EL CIELO LO SABE (1955).
Pero todos ellos, incluso un título “menor” como es INTERLUDIO DE AMOR (1957), forman parte del canon de uno de los géneros más y mejor trabajados por el cine norteamericano clásico como es el melodrama.
Con este comentario doy por finalizada la revisión de las “obras mayores” de Douglas Sirk pero que de ello no se infiera que sus películas anteriores carezcan de interés, todo lo contrario.
Ahí tenemos westerns (un género por el que el director alemán tenía auténtica veneración) como el muy atractivo RAZA DE VIOLENCIA (1954), “secuela” de la mítica FLECHA ROTA (1950) del mencionado Delmer Daves.
O pequeños clásicos del género de aventuras como ATILA, REY DE LOS HUNOS (1954) y ORGULLO DE RAZA (1955), que además fueron sus primeras incursiones en el CinemaScope.
Por no hablar de su “trilogía” con el actor George Sanders y que engloba títulos tan atractivos como son EXTRAÑA CONFESIÓN (1944), A SCANDAL IN PARIS (1945) y EL ASESINO POETA (1946).
Un placer revisar la obra de este gran cineasta y un placer mayor compartirla con vosotros.
Feliz tarde y hasta la próxima…
… revisión…
… y cuidaros, por favor.
Última edición por Alcaudón; 31/10/2020 a las 13:37
Revisada anoche Vicky Cristina Barcelona, la cual sólo había visto una vez y fue en su estreno en cine (por entonces ya acudí a VO porque sabía/sabíamos que iban a mezclar idiomas y era parte fundamental de la trama y creo, me suena, que en cines "normales" ofrecían la opción VO y la opción "Scarlett le dice en español a Penelope que hable en español porque no la entiende"
Me ha gustado bastante más de lo que me gustó en el cine. Pero no recuerdo porque pues viéndola anoche recordaba todo. Es cierto que no se siente un film puro de Allen (igual que Match Point), y el factor territorial y cultural es la clave (idem con Match Point), ni tampoco presenta una historia de principio a fin (en este sentido Match Point sí), pero creo que su idea es precisamente esa: el verano que ambas chicas pasan en Barcelona.
Como barcelonés (y amante y nerd de la ciudad, es más, me siento mas de BCN que de cualquier otra parte; el día que aparezca un partido indepe barcelonés me apunto ) el film, pese a que se nota mucho que a) Allen tuvo guía total desde aquí b) Allen en si mismo no debía saber demasiado y se dejó aconsejar en el punto a, c) el film, o quienes redactaron esa guía quisieron, aprovechando el escaparate (ojo que tras JJOO '92, y tras el que supone la visita de turistas año año desde entonces, este film tal vez era el 3er gran escaparate desde que nació la BCN vanguardista a raíz de los Juegos), se decantaron por una macedonia que contuviera un poco todo.
Y acertaron. BCN es, más o menos, lo que sale en la película pese a que Allen lo viste todo por el lado pijo - bohemio - sofisticado -latino - mediterráneo, buscando el equivalente a su visión de NYC de los Upper East/West Side. ¿Es falso? Sí, y no. Igual que en NYC existe ese tipo de vida Upper East/West que Allen idealiza y a la vez expone, en BCN existe la de este film pero en ambos casos es sólo una parte y, claro, resultan más excitantes porque atinan al tópico (es brutal como muchos anglosajones ven BCN sólo de esa forma: mar, gastronomía, cultura, arquitectura y noche inacabable). Pero, claro, tampoco van a hacer un film ambientado en Nou Barris o en Sant Andreu
De entrada el doble trío que presenta Allen, primero el de las estadounidenses y luego el de los dos españoles y Cristina, funciona a distintos niveles con el plus de que lo que propone Juan Antonio (Juan Antonio Gonzalo... John Smith, vaya ) a las dos chicas, un trío, al final se produce cuando Cristina inicia relación con él y Maria Elena. El primero, que no da a lugar, se inicia con la propuesta de Oviedo, que me resulta chocante por como lo aceptan (no, no lo veo real), que él pilote la avioneta... No acierto a ver la intención ahí en todo eso que de golpe se sale de la realidad. Decía, pues, que no da a lugar, pero sí da pie a un triángulo bien montado cuando la que estaba dispuesta, Cristina, se pone enferma y Allen nos hace caer en la trampa conocida pero tan agradecida de cuando dos personajes al final congenian: Juan triunfa con Vicky.
Ah, creo que Allen vuelve a revelar lo que él (y todos, vaya) ve en Scarlett por el lado sensual:
JUAN ANTONIO (to Cristina)
You know, when I saw you across the room at the art gallery, I noticed you have beautiful lips. Very full, very sensual.
Cuando Juan Antonio entra en relación con Cristina, y más tarde Maria Elena, no sólo pasamos de un triángulo entre un tipo latino y dos yankees, a uno entre dos latinos ardientes y una yankee, sino que de repente Cristina, que era la abierta, sensual, sexy de las dos, pasa a ser la Vicky del trio: hay que joderse como Penélope Cruz, nada más entrar, hace que Scarlett parezca, pues eso, hasta recatada al lado del fulgor ibérico
Los 4 actores están muy notables y el contraste con cuando Juan Antonio y Maria Elena hablan español es cojonudo y de nuevo Allen se dejó, seguro, aconsejar pues es realista (apoyado por ese tono tosco pero tan español, o bueno, más castellano de Bardem y sobre todo la Cruz soltando sus líneas: como mola) y le da al film dos dimensiones. Y, perdón, pero demuestra que el doblaje a veces es aún peor salvajada autoral de lo que es ya de por si.
Gran muestrario barcelonés: Sagrada Familia, Hospital de Sant Pau (creo), zona gótico (idem), mar, Av Maria Cristina etc Y el parque de atracciones del Tibidabo, mítico. Misma montaña de la que habla Joey a Ross en Friends y gracias a la cual Rachel y Ross conciben a Emma
Y los extras catalanes: Joel Joan, Lloll Bertrán (escena de Johansson y Bardem en el bar). Antológico ver a la Johansson agarrando una Estrella Damm
Ah, en su momento conocí, en esos años de hecho, a la doble de la Johansson en este film.
Última edición por Synch; 31/10/2020 a las 15:42
Bottom line is, even if you see 'em coming, you're not ready
for the big moments.No one asks for their life to change, not really. But it
does.So what are we, helpless? Puppets? No. The big moments are
gonna come. You can't help that. It's what you do afterwards that
counts. That's when you find out who you are. You'll see what I mean.
Whistler (Buffy The Vampire Slayer - 2x21 Becoming, Part One - Joss Whedon)
El retorno de las brujas (1993)................................... 8
Esta película de culto te hechizará la veas las veces que la veas.
Mi comentario:
Mientras esperamos un revival/reboot/remake/segunda parte, cómo se diga en estos días, de la película (que ahora nos ocupa), El retorno de las brujas (Hocus Pocus, 1993), ayer me dispuse a revisionarla tras más de una década de no haberlo hecho en formato doméstico. Y el resultado no ha podido ser más positivo. Recuerdo haber ido al cine a verla allá por octubre de 1993, y el visionado de ayer (con motivo de Halloween) me supo a antaño, como si hubiera sido la primera vez que la pude ver en una pantalla grande. Tal vez no hizo mucho ruido en su estreno original en salas, pero sinceramente y, por mérito propio, se ha convertido en una película de culto en Estados Unidos. Mucho antes de meterse con la trilogía de High School Musical y Los Descendientes para Disney Channel, el coreógrafo y también director Kenny Ortega, gracias a un interesante guión perpretado por Mick Garris y Neil Cuthbert, se metió tras la cámara para llevar a buen puerto una historia de brujas ambientada en plena noche de Halloween. Yo creo que, aunque esté ambientada a mediados de los 90, la trama vendría a ser atemporal, y es por eso que, para mí, aguanta bien el paso del tiempo, concretamente 27 años. El reparto está muy bien apañado. Tal vez los actores y actrices juveniles fueran algo desconocidos por aquel entonces, pero las actrices que interpretan a las tres brujas tenían/tienen un buen curriculum. Bette Midler, Sarah Jessica Parker y Kathy Najimy, llegan a meterse de manera genial en la piel de las tres brujas Sanderson (Winifred, Sarah y Mary, respectivamente) y consiguen sacar más de una sonrisa al espectador. La historia se va meciendo entre varios géneros: el fantástico, la comedia familiar, el juvenil y el romántico, y la verdad es que cuaja todo perfectamente. Quién no la haya visto tiene que verla, ya sea una noche de Halloween o cuando le plazca, pero la disfrutará. Además, que tiene algunos cameos que se reconocerán si se es un buen cinéfilo. Por último, y dejando de lado algunas canciones como "I Put a Spell on You" interpretada por la propia actriz Bette Midler y "Sarah's Theme" con música del fallecido James Horner e interpretada por la actriz Sarah Jessica Parker, hay que mencionar la partitura, de la que llevo tiempo buscando su formato físico, está a cargo del, en mi honesta opinión, magistral John Debney, que me resulta muy placentera y la cual casa muy bien con toda la trama. Esta película te hechizará la veas las veces que la veas. Mi nota final es de 8/10.
Precisamente estoy viendo en Netflix la serie Hollywood, que tiene como personaje a un joven Roy Scherer AKA Rock Hudson, al que se nos muestra en sus inicios en el cine y del que destapa sin pudor su orientación sexual.
Episodio en el que se inspiró Woody Allen para uno de sus mejores films, September.