Ipcress. 1965, dirigida por Sidney J. Furie. Película sobre espionaje en la galia de los 70, un clásico con una destacable y estilizada cinematografía. Sólida, redonda y muy memorable.
El ejercito de las sombras 1969, dirigida por Jean-Pierre Melville. Film que trata la resistencia francesa cuando la invadieron los nazis. Personajes con planes fallidos, sufrimiento, paranoia, encubrimientos y asesinatos. Es un poco lenta y no me ha gustado tanto como Le samourai, pero eso no quita que sea una obra maestra.
El festín de Babbette.1987, dirigida por Gabriel Axel. Historia centrada en la escocia rural. Una pareja de ancianas contratan a una cocinera a pesar de no poder pagarla, y al cabo del tiempo ésta gana la loteria y decide gastar todo en un gran banquete. Preciosa historia positivista sobre la humanidad y respeto.
Ocurrió cerca de su casa. 1992, dirigida por Rémy Belvaux, André Bonzel y Benoît Poelvoorde. Es una comedia negra de bajo presupuesto un tanto particular, unos hombres deciden documentar la vida de un ingenioso chalado que se dedica a delinquir y matar. El equipo de grabación no permanecerá ajeno a las oscuras sictuaciones que rodean a semejante personaje y se verán forzosamente involucrados. Genial e hilarante.
Gilda. 1946, dirigida por Charles Vidor. Es una obra maestra del cine negro. Gilda finge haberse enamorado de el dueño de un casino, pero casualmente su antigua pareja es contratada en el mismo casino. Hacen como que no se conocen, pero el pasado detona viejos sentimientos de rabia y amor. La historia principal está muy alejada de la típica peli de detectives y antes de conocer esta cinta pensaba que la escena de Rita Hayworth desmelenándose al ritmo de Put the blame on Mame no tenía sentido pero estaba muy equivocado.
Dos hombres y un destino. 1969, dirigida por George Roy Hill. Entretenida película de acción plagada de constantes persecuciones. Los rocosos escenarios de el salvaje oeste son testigos de una pareja de amigos delincuentes, pero pronto la justicia les rodea y deciden emigrar a un pais de el sur para intentar vivir una vida mas calmada alejada de la violencia. Es una historia muy bella, mostrando el lado mas amable de unos asaltadores de bancos y la cámara usa los entornos naturales de una forma espectacular.
El paciente inglés.1996, dirigida por Anthony Minghella. Preciosa historia de amor con un gran sentido de aventura. El conde de Almasi pertence a una asociación real de geógrafos y se dispone a dibujar un mapa de las extensiones de el Sahara. A modo de flashback tras sufrir un accidente en el que ha quedado horriblemente quemado recuerda su lio amoroso con la mujer de uno de sus compañeros de expedición. Emocionantemente conmovedora aunque la historia diverge demasiado explicando la historia de la chica que le cuida, enlazando dos historias de amor através del sopresivo inicio de la guerra. Mas que una historia romantica, es en un sentido mas amplio una historia de amor.
Clerks. 1994 dirigida por Kevin Smith. Atrevida cinta humorística indie cargada de las anecdotas y circunstancias que rodean a dos empleados de una tienda durante un día. Es humor adolescente y parece un tanto vacua, pero tambien es reflexiva. El film recuerda un poco a los monologos baratos que acaban en un crescendo desviándose mucho de tema. Funciona, es muy entretenida, pero los chistes son demasiado simples y recurrentes en mi opinión.
Días del cielo. 1978, dirigida por Terrence Malick. Drama romántico trascendente y profundamente poético. Una pareja de enamorados se ven forzados a acudir a la siembra de trigo en la Texas de principios de siglo. A pesar de estar rodeados de pobreza y de sólo dedicarse a trabajar y trabajar consiguen sonreir, pero la inmensa naturaleza que les rodea les invitará a crear un complot. Ella debe fingir querer al dueño de las plantaciones para casarse y heredar todo ya que morirá pronto. La naturaleza tiene un papel muy importante y desprende un magnetismo alégorico en un film muy estilizado con narraciones en off y conversaciones mudas.
Marcelino pan y vino. 1954, dirigido por Ladislao Vajda. Cuento religioso cargado de momentos graciosos y sentimentales. Tras la guerra unos frailes reconstruyen el único edificio que queda demolido y lo convierten en un monasterio. Siendo ya 12 frailes en el edificio en una mañana cualquiera un niño es abandonado a las puertas de éste, y se ven obligados a criarlo. Faltos de referentes, lo educan como pueden y las travesuras del niño conseguirán enfrentar a el pueblo entero contra los frailes. Marcelino se inventará un amigo imaginario con el que pasar las horas. Es sorprendente como ésta peli abarca tantos dilemas morales de forma tan ligera. El final además de memorable es extremadamente épico.