Repleto, lo que se dice repleto, a lo mejor es un poco exagerar, ¿no?
No, no exagera lo más mínimo, todo el mundo, todo, tenemos alguna que otra enfermedad mental: complejos, conductas maniáticas, fobias injustificadas, etc... y hay más casos severos de los que creemos, sin tratamiento, sueltos por la calle; basta que preguntes a fondo a tu alrededor para descubrir maltratadores ocultados por sus propias víctimas, gente que ha recibido abusos, alcohólicos y cocainómanos, paranoicos, etc...

Se esto muy bien porque la relación con un tipo de mi anterior curro dio con mis huesos en el psicólogo, y lo que me contaba la psicóloga era tremendo; resulta que este compañero del curro quería imitar todo lo que yo hacía y estaba siempre compitiendo conmigo, siempre sospechaba de mi cada vez que fallaba algo, siempre malinterpretaba todo lo que decía, etc... Incluso provocó que me mandaran un aviso grave, el tio se mosqueba porque yo hacia las cosas mejor, más rápido y me sobraba tiempo para forear y demás.

Como esto ya me había ocurrido antes con otras personas aunque no de forma tan fuerte, acabé tan quemado que pensaba que realmente tenía un problema por mi pasotismo y mi actitud indivdualista, y que le estaba haciendo la vida imposible a este tio con esta forma de ser.

La psicóloga me dijo que estaba desarrollando una especie de complejo de inferioridad desde hacía tiempo por culpa de este tipo de gente, que eran los realmente enfermos; me contó que de esos casos los había a cientos en el terreno laboral, y que tanto la gente en mi situación como en la situación de este compañero respondíamos a un esquema muy reconocible, algo así como "estudiante aplicado" y "abusón de instituto", para entendernos; mi profesionalidad y mi efectividad en el trabajo, unidas a mi caracter apacible, me hacían el blanco ideal para que todo tipo de mediocres e inútiles acomplejados desatasen sus miedos y paranoias.

Es increible como esta psicóloga terminó por describirme con pelos y señales los tipos de comportamiento de esta gente, preveia las reacciones de este tio ante mis acciones y me enseñaba como defenderme de ellas, pero sobre todo me decía que esto era tan común que asustaba, y que mucha gente lo hace sin nisiquiera darse cuenta, entre compañeros de trabajo, entre amigos, entre familiares, etc... Como si el que se siente mediocre necesitase, de alguna forma, humillar y someter al que tiene la capacidad de hacer lo que él no puede.

A partir de entonces no me extraño tanto de ciertas reacciones que uno ve a su alrededor, sobre todo sabiendo que el equilibrio mental es a veces una ilusión que nos creamos nosotros mismos...

:ipon