Yo debo ser raro en ese aspecto. Viví el vhs y el vinilo en mi niñez y juventud, pero sinceramente, aparte de disfrutarlos en su momento, no tengo esa nostalgia de echarlos de menos. quizá solo lo de ir al videoclub y quedarme horas a ver qué película alquilaba (los dineros, entonces como ahora, justitos)
Además, que tanto el CD como el BD (más que el dvd) me volaron la cabeza, en el mejor sentido de la palabra.