A mí me escandalizó La matanza de Texas y otras similares, por la edad y porque eran fuertes, muy fuertes para la época; ésta en absoluto. Es más, mientras la veía pensaba en el tipo que llevaba la cámara en mano. No sé cuánto le pagarían; igual hacía mejor los churros. El caso es que no me creía nada de lo que narraba. He visto cine aficionado más inspirado.