Ahora que mencionas el tema de los zombis, yo creo que Romero jugó en "La noche de los muertos vivientes" con el desbarajuste y el caos. El mal se sustanciaba en los cuerpos destrozados y desfigurados de los "muñecos", pero lo que realmente daba más miedo, y Romero se lucía en eso, era la incertidumbre provocado por tanto desorden, el desconocimiento del por qué de aquello, de donde procedía tanto mal, y a quien le tocaba encarnarlo, que no solamente eran a los muertos.
Es una baza que se saca de la manga para jugarlo como as en "El incidente", aunque me gustó muchísimo, he de reconocer que no le saca tanto partido como la invasión escondida de los extraterrestres en "Señales".
Sin embargo en "La niebla" de Stephen King, Frank Darabont, apuesta por la fórmula hasta su desenlace, y le sale francamente bien.