Madre mía del amor hermoso!

Repámpanos, retruécanos y zapatetas !!

En el mundo del arte, decir que algo es "alucinante" puede resultar superficial. Sin embargo, en el caso de Juan Francisco Casas (La Carolina, Jaén, 1976) es muy difícil encontrar otro término que esté a la altura. Los enormes cuadros de Casas parecen fotos, pero una vez que el espectador se acerca se da cuenta de que están hechos con miles de trazos de bolígrafo azul. Concretamente, con bolis Bic de toda la vida.
A sus 31 años, Casas mantiene intacta su humildad y se muestra "sorprendido" por la repercusión mediática que ha tenido su última exposición, que permanecerá abierta al público hasta el 2 de febrero en la galería Fernando Pradilla de Madrid.
En la muestra se pueden ver varios cuadros de dos metros que, a simple vista, parecen fotos en tonos azules. Las imágenes muestran a una chica limpiándose la boca con hilo dental, jugando con un bolígrafo, bebiendo un refresco o haciendo bromas con un amigo. No hay ninguna pincelada de por medio. El único instrumento utilizado por el artista es la tinta azul de un Bic. Bueno, de unos cuantos porque Casas utiliza tres o cuatro bolígrafos por cuadro, cada uno de los cuales le suele llevar dos semanas de trabajo.
La intensidad de los trazos permite distinguir perfectamente el brillo del pelo de la chica. Y el tono oscuro de su sujetador. Y el azul de sus ojos. Y las curvas de su vientre. Todo.
La técnica es similar a la que utilizaba Luis Eduardo Aute en sus dibujos-bolígrafos. La diferencia es que Casas utiliza solo el color azul y apuesta por el hiperrealismo. Primero hace una foto y después la pinta. "Lo que hago no es tan excepcional. ¿Quién no se ha entretenido pintando con un boli en su cuaderno?", asegura en conversación telefónica desde Roma, donde está becado por la Real Academia de España.







clic


Verdaderamente sorprendente. Aunque quizá no sea esa la palabra. Se queda muy muy corta. :inaudito