Odiar a nadie, pero me parecen extremadamente sobrevalorados James Cameron (sigo sin entender cómo ha hecho tanta pasta con dos películas tan mediocres como Titanic y Avatar), y Shyamalan (el, en su día, niño mimado de Hollywood, que ya no sabe que bola meternos). Y, por encima de ellos, Michael Bay, que no hay por dónde cogerlo (aunque reconozco que con La Roca me lo pasé en grande)