Más que disfrutable y de un uso exquisito del stop motion. Mezcla elementos vistos en muchas historias tanto en lo que sucede como en sus personajes y roles, lo que a ratos la hace algo tópica, pero a otros le da un interesante aroma a clásico. Las sensaciones también son encontradas con su guión, a ratos ingenioso y divertido, a otros muy predecible, llevando a tentaciones de mirar la hora pese a su corto metraje.

Pero en la balanza puede con creces lo bueno a lo malo y aunque le falta la magia de Coraline o Pesadilla antes de Navidad, es un buen exponente del género y del stop motion.

Un 6'3