Pues a mí Los Goonies me parece una película estupenda, que si saliera hoy en día a cartelera seguramente me pasaría desapercibida porque no es el tipo de cine que a priori suele llamarme la atención ahora (cine familiar y tal), pero que el día que la viera en DVD o en la TV me parecería igual de estupenda que me parece ahora. Es decir: que no lo digo por nostalgia, que lo digo porque lo veo, porque lo es.
A ver: yo entiendo y comparto lo de que el criterio cinematográfico se forma, y que uno muchas veces de adulto ya no puede disfrutar con cosas que de niño, no formado, te parecían divertidísimas. Pero creo que también existe el otro caso: que de un extremo, de la ignorancia inocente, pasas al otro, a una adultez y un conocimiento tan mal asumido que necesita ser reafirmado de continuo a base de "seriedad".
Yo no sé qué cosa encuentras en los videos de Los Goonies que has localizado que te pueda dar vergüenza, la verdad. Es obvio que Los Goonies es una película infantil. Para mí el rango de infantilidad de Los Goonies es algo que no ofrece posibilidades de duda, vamos, desde el mismo argumento: un grupo de niños pasan una aventura entre mágica y peligrosa, y terminan salvando al pueblo en el que viven, cosa que sus padres los adultos no fueron capaces de hacer. Es más, es que de hecho creo que una de las grandezas de Los Goonies está precisamente en eso: es como un viaje a la psicología de una persona de 13 años. Y no nos pongamos petulantes, las personas de 13 años son personas tan perfectamente serias y respetables como las de 40, solo que ellos simplemente están pasando por el momento de maduración que les corresponde (la vida tiene unas etapas y todas cuentan). Y con 13 años eres tú y tus colegas, y lo que os traéis entre manos os parece la aventura de la hostia, y por supuesto jamás admitirías que no tienes importancia en tu sociedad y que te mantienen papá y mamá, sino que te ves capaz de las más grandes proezas. En ese sentido, Los Goonies incluso se podría entender como una proyección metafórica de cómo se siente un chaval pre-puber de clase media/media-baja de una familia promedio (ni drogas, ni violencia doméstica, etc). ¡Y dale! No confundas el criterio de un pre-puber con una historia que trata sobre pre-puberes, es algo distinto.
Porque Los Goonies no es una película infantil en el mal sentido, sino en plan bien: es una de las (desgraciadamente pocas) buenas películas infantiles/juveniles que salen de vez en cuando. No solo no insulta la inteligencia del adulto, sino que tiene unos personajes estimables, aún siendo algo estereotipados están muy bien desarrollados, con respeto hacia ellos y hacia el espectador. Y la aventura se desenvuelve con lo que yo llamo "sentido de lo maravilloso", que no es lo mismo que el sentido de lo espectacular o de lo impactante, y que es algo que echo mucho de menos en el cine de aventuras general que vemos. Y el trasfondo de la película tiene más miga de la que parece (algo así como las peliculas de Pixar, que contienen claves que un adulto pilla y que no son para nada pueriles).Tiene ritmo, y está muy bien llevada y dirigida (la tengo re-vista hace no mucho, y hombre, no es Spielberg, pero es Donner tampoco es un zote, y en esta está estupendo), ¿qué más quieres? ¿Qué es una película buena si no (entre otras cosas) la acumulación de todo esto?
Volviendo al principio de mi mensaje, para mí que lo más grimoso de Los Goonies son los villanos, porque si el infantilismo de la película está en general muy adecuadamente matizado y contrastado en los otros aspectos merced a esos respetuosos desarrollos de personajes y aventura que acabo de comentar, los villanos de Los Goonies son, se miren por donde se miren, lo que llaman "el alivio cómico" de la función y su parte más payasesca. Vista con ojos de adulto escrutador con ganas de joder la marrana, la verdad es que dan un poco de rabia, e incluso dentro de la trama resulta absurdo que unos tipos así sean peligrosos criminales, cuando no pueden ni contra una pandilla ni niñitos. Pero bueno, incluso en esto encuentro atenuantes gracias a los actores. Síiii, riete, pero Anne Ramsey fue una actriz marcada por su físico (su otros papeles conocidísimos dentro de la cultura popular, es ser la madre de Danny De Vito en "Tira a mamá del tren" o la vieja gruñona que moría en "Amiga mortal" de Wes Craven), eso de tener bigote define mucho ya en una mujer, uf. Pero no era solo físico, tenía mucho carisma ante la cámara, incluso en las dos películas mencionadas, que son objetivamente penosas, cuando ella sale el film sube, es de esos momentos en que si te habías distraido vuelves a mirar la pantalla). Caso casi idéntico que Robert Davi, que con esa cara no puede hacer de otra cosa que de malo, de secuaz, o de secundario (más bien terciario) con garra. Respecto a Joe Pantoliano ¡qué te voy a decir a estas alturas de Joe Pantoliano! En conclusión: que en Los Goonies les tocó hacer el tonto, pero que el elenco de malos era de secundarios cojonudos, de una clase de actor "invisible" que a mí siempre me ha llamado la atención, más que las estrellas.
Así que, ¿qué has visto en los videos que te dé vergüenza? ¿Que es infantil? Eso es como si en el hilo de "Top Secret" me dices que has visto trocitos y que te parecen "tonterías absurdas". Oye, es que "Top Secret" son tonterías absurdas una tras otra, pero eso lejos de ser malo es donde está su grandeza, ya que como se ha demostrado en decenas de peliculas de ese mismo tipo de humor, hay que saber hacerlo y casi nadie más lo ha hecho bien. Pues con Los Goonies lo mismo: dime que es cine familiar, que es infantil, que es ligera y desenfadada, y te diré que sí, pero que eso también se puede hacer bien, o se puede hacer de culo. Y Los Goonies estaría, sin duda, en un ciclo de cine para todos los públicos que tuviese que programar yo. Seguro.
La nostalgia es un arma de doble filo: por un lado nos confunde y nos hace creer que son buenas películas que en realidad no lo son, pero que a nosotros nos retrotraen a momentos entrañables del pasado. Correcto. Pero por el otro el temor a esa misma nostalgia nos hace curarnos en salud y ser tremendamente injustos, injustificadamente injustos, con piezas valiosas que tal vez descubrimos en ese pasado, o que terminan siendo las víctimas colaterales de cuando uno trata reafirmar que ha crecido y que por lo tanto a roto con el yo niño. Yo, con el yo niño mío, no tengo ningún problema. Sé que con 10 años me gustó El chico de oro de Eddie Murphy, y que es una puta mierda. Pero cuidado, que también sé que con 10 años me gustó Tiburón de Spielberg, o Armas de metal de Crichton, o Superman de Donner, o Los Goonies. Y esas, sin nostalgias ni porras, me siguen pareciendo películas buenas.