Esta Los Juegos de Hambre: Sinsajo tiene, pienso, un problema muy evidente. Y es que las productoras han encontrado un nuevo filón que explotar estos últimos años, una estrategia legítima (no digo que no), pero bastante cuestionable de cara al espectador, al que da la sensación de que hay que estrujar de manera inmisericorde y sacarle al producto el mayor rendimiento posible.
Pasa con esta película y con otras (El Hobbit por ejemplo, por la que volveré a pasar por caja), que se notan alargadas, algunas veces hasta el paroxismo, que juegan con la paciencia del espectador, y que como en este caso, da la sensación de haber visto un producto correcto pero totalmente innecesario.
Está bien realizada, las interpretaciones siguen siendo correctas para este tipo de productos, pero al acabar la película me dio la sensación de que apenas me habían contado nada interesante y lo que es más, una profunda frustración y mosqueo por que me habían contado la mitad de la historia.
Pienso que a la larga no es una buena estrategia, es pan para hoy... Yo por lo menos, me lo pensaré dos veces antes de volver a ver un producto de estas características.