Pues... no hay demasiado que contar.
Personalmente, aunque disfruté los aspectos más formales de la peli, no comparto el entusiasmo de la mayoría de vosotros; de hecho, de alguna manera me produjo un cierto rechazo, similar al que vengo sintiendo desde hace ya décadas por la producción de Woody Allen.
Y me explico: tuve la sensación de estar viendo un "manifiesto" de un cineasta anclado en el pasado, de espaldas hacia el cine actual, con un desdén arrogante y trasnochado. Habrá quien encuentre graciosas las maneras de Tarantino y le parezcan un homenaje admirado y jubiloso, pero a mí empieza a parecerme una pataleta en plan "el cine ya no es lo que era" y "éste es el cine DE VERDAD: el que se hacía antes". No sé, igual no tenía yo el día y estoy siendo demasiado radical en mi interpretación...
En cuanto a la experiencia en sí de la versión "roadshow", no sé exactamente en qué diferirá del montaje standard.
La proyección se inicia con una foto fija de un dibujo del horizonte con árboles y el perfil de la cabaña, si mal no recuerdo, a la manera de los viejos posters del spaghetti-western de los 60-70, esto es, como una estampación monocroma, mientras suena de fondo la obertura musical.
Después, la peli empieza normalmente, hasta que funde a negro y se interrumpe justo tras el plano en el quey luego te dan unos minutos de intermedio, de nueva anunciado por una estampa (tampoco recuerdo exactamente, pero es probable que fuera la misma de la obertura, sólo que ahora con el texto de "Intermission").Spoiler:
Cuando se reanuda, primero oímos una canción sobre negro y, al poco, la acción comienza con una narración en off relatando los hechos acontecidos en los últimos minutos desde que dejáramos a los personajes; me imagino que esa misma solución estará en el montaje original, aunque no sé muy bien si será exactamente igual porque no acabo de ver cómo puede funcionar sin la pausa de por medio.
Aparte de eso, no tengo noticia de que haya ninguna diferencia en el montaje.
Y sobre la proyección, pues... un tanto decepcionante, no sé si por mi falta de empatía con la peli o por la proyección en sí. Hace años tuve la suerte de poder ver en el mismo cine pero en otra sala más grande THE MASTER de Paul Thomas Anderson en gloriosos 70mm y aquello sí que fue impresionante y memorable desde el minuto uno.
No sé... Estoy seguro de que me influyó negativamente en alguna medida la dificultad de seguir los diálogos con esos acentos de mascar tabaco –y seguramente por eso me perdí alguna frase brillante–, pero...
Lo que digo, lo pasé bien y la disfruté, pero no salí entusiasmado y sí un poco mosqueado.
P.d. Por si sirve de marco de referencia, aunque me gustan todas –con muchos peros para su DEATH PROOF–, mis pelis favoritas del amigo Quentin son JACKIE BROWN y INGLOURIOUS BASTERDS.