A mí no me gustan los extremos. Yo soy el primero que salió decepcionado de "Avatar" porque esperaba otra cosa, pero con el tiempo, aún sin volverme loco, ya en frío ha acabado de convencerme con creces. Lo que sí sucede es que se trata de esas películas que no sé por qué hay que posicionarse como que te encanta o como que odias. Y por eso no me gusta ni me ha gustado nunca el debate Avatar sí/Avatar no.