No tengo mucho tiempo para comentar esta peli, pero he de decir que me ha supuesto una agradable sorpresa, pues tenía un recuerdo bastante fatigoso del pase filmotequero de hace largos años, del que retenía solo largas secuencias de pesca y una voz en off que lo comentaba todo. Y la verdad es que “La terra trema” es mucho más que eso: apuesta por lograr un tono de epopeya de las clases humildes que consigue por completo y sale airosa del desafío de no utilizar actores profesionales (aunque recordemos la frase de Orson Welles sobre el poco mérito que, a su juicio, tenía Rossellini, ya que los italianos son actores natos).
Usar a los “pescadores sicilianos” (así se acredita a los actores al inicio, no hay nombres individuales) hace ganar en autenticidad pero obliga a cambiar el método de trabajo. No poder contar con la profesionalidad de intérpretes que memorizan el papel limita mucho la planificación, dado que, en cierta manera, se ha de adoptar un método casi de documental, a la búsqueda del “momento justo”, que impide tomas de imagen sofisticadas como las de “Ossessione”, optando más a menudo por planos generales que al menos Visconti embellece a base de composiciones en profundidad, colocando a figurantes cerca de la cámara o dando primacía a elementos relevantes en la historia, como pueden ser los barriles de pescado que la familia protagonista se ve obligada a malvender.
El tema de la voz en “off” no sé si es por dar un tono de autenticidad, como si se estuvieran comentando imágenes reales, o por dar un mayor carácter narrativo a escenas que de por sí no lo son: Me resulta un recurso un pelín anticuado, pienso que hoy en día se habría dejado que las escenas hablaran por sí mismas, aunque ello también habría convertido la experiencia en algo más arduo. En todo caso, la iluminación es demasiado elaborada para hacer pasar la película por un reportaje: esas escenas de pesca que tanto me aburrían en 2004 hoy me parecen de una notable belleza, con esos faroles que iluminan las aguas por la noche. Supongo que por falta de medios, se nos escatiman las imágenes de los barcos en la tormenta, que hubiesen supuesto un contrapunto interesante a “Hombres de Aran” de Robert Flaherty (que, lo acabo de mirar, se emitió por Televisión Española el 20 de enero de 1985, y os juro que a la mañana siguiente muchos comentábamos la película en el patio del colegio; no es mentira, hubo una época en la que chicos adolescentes se quedaban impresionados con documentales de Flaherty, es verídico)
En muchos aspectos, “La terra trema” me parece un poco el antecedente de “Rocco”, o tal vez sea “Rocco” una especie de secuela temática en la que la familia humilde, sin perspectivas en su lugar de procedencia, prueba fortuna en la ciudad. La trama del policía que corteja a una de las hermanas me parece otro antecedente, en esta ocasión de la saga iniciada por “Pan, amor y fantasía” (en una de cuyas entregas intervino junto a De Sica la mismísima Carmen Sevilla).
Encuentro maravilloso ese primer plano en el que Lucia llora mientras se pone el collar que le regaló el "maresciallo", aunque no sé si dicho llanto viene por sentirse un poco forzada por las circunstancias a aceptar su oferta de matrimonio. No me queda muy claro tampoco adónde se lleva al otro hermano ese misterioso personaje que merodea por la playa regalando cigarrillos Lucky Strike, y que me da una onda “gay” un poco extraña y más turbia que la del “Spagnolo” de “Ossessione”.
El trasfondo social y político es curioso, puesto que, pese a que se establece bien claro desde el principio el antagonismo de clase contra “los mayoristas”, que son los que imponen sus precios y explotan a los pescadores, la ambición de los Valastro es subir en la escala social, hasta el punto en que, cuando los planes de Ntoni parecen estar saliendo bien, de repente Nicola, el albañil que pretendía a Mara, queda de repente en un plano inferior que imposibilita la relación. Hay una voluntad de subir, de dejar atrás la clase trabajadora, que en cierto modo se ve “castigada” por las fuerzas de la naturaleza, que algunos han considerado siempre, sobre todo a efectos de no pagar seguros, actos de Dios. No sé si hay en esto algo de moraleja, de dejar claro a los militantes de la época que la iniciativa personal no vale contra el sistema y que la auténtica vía es la revolución…
Quiero comentar también la utilización de la música, que veo siempre muy importante en Visconti. Amén del personaje que toca el clarinete, instrumento que al parecer tiene una tradición notable en Sicilia (he visto que existe una “Orquesta de Clarinetes Siciliana”), he visto en la película la reaparición de la armónica, que en “Ossessione” era una de los elementos simbólicos de la vida libre y vagabunda de Gino Costa, pero que aquí acompaña los momentos de desesperación alcohólica de Ntoni tras su fracaso (y curiosamente esa borrachera viene acompañada por una pieza clásica, el preludio Op. 10 No. 3 de Chopin).
En resumidas cuentas, “La terra trema” hace lamentar que no se realizaran las otras dos películas planeadas del tríptico, y me parece una de las películas más injustamente olvidadas de su director, tal vez por carecer de estrellas que le den “glamour” (aunque “El extranjero” tenía a Mastroianni y tampoco es muy recordada que digamos), tal vez por ese formato falsamente documental, con duración de dos horas y media, que puede echar un poco para atrás de buenas a primeras. Es el primero de sus grandes frescos, el anuncio de que, con todas las excepciones que se quieran, Visconti se sentiría cómodo pintando, por así decirlo, en grandes lienzos.