Senso compitió en Venecia por el León de Oro con rivales del calibre de El motín del Caine (Dmytryk), La ley del silencio (Kazan), La strada (Fellini) o La ventana indiscreta (Hitchcock). Al final, el premio gordo del festival se lo llevó el Romeo y Julieta de Castellani, con un Laurence Harvey, haciendo de Romeo.