Estoy muy de acuerdo con lo que dices, y no solo con el caso que comentas que te ha sucedido con Mad Mad. El hype es una forma de afrontar situaciones portador de un doble filo. Si cumple con el estado emocional la satisfacción es plena, pero si no cumple la decepción y el berrinche que producen pueden ser mayúsculos. Pero de una cosa estoy seguro: en ambos casos pueden llegar a nublar la mente y la percepción de lo vivido.
En mi caso apenas vi trailers de Mad Max, porque en el momento en el que tuve la sensación de que podía encontrarme con un gran film, decidí no alimentar más la ansiedad. Pero en el fondo tenía la intuición de que se avecinaba algo muy bueno, y decidí no alimentar más mis expectativas hasta ver la película. Lo que me encontré en el cine, fue algo impresionante; fuera de lo normal. Tampoco quiero repetirme mucho, pero era una especie de clímax continuado, algo que muy pocas veces he sentido viendo una película. Creo que ahí es el lugar donde reside la grandeza de Mad Max: en el sostenido emocional. Es leer otras opiniones, o ponerme a discernir sobre ella, y cada vez encuentro más nuevos matices; y las ganas de verla de nuevo se apoderan de mí.
Este año sólo me ha sucedido con 3 películas:
— Mad Max: Fury Road de George Miller
— Une histoire de fou de Robert Guédiguian
— Crimson Peak de Guillermo del Toro
Las tres superan ese punto, en el que el arte se convierte en sentimiento. Curiosamente asistí a las tres con un hype moderado. Puede que sea el momento de ir inaugurando listas del 2015, aunque ya os he adelantado las que encabezan mi cartel![]()