Bueno, prometí que la vería y lo he hecho esta tarde. Intento resumir mi sentir sobre Magnolia, pero me cuesta. Por eso, creo que el calificativo que mejor la define es "inabarcable". Anderson, nos va abriendo brechas, en forma de distintas relaciones y en muy distintas direcciones. Esto produce una mezcla tal de sentimientos y percepciones, que lo mismo lloras que a continuación, ríes, o te sobrecoges, y vuelta a empezar. En ese sentido, el director ya te ha atrapado emocionalmente.

Antes de leer las referencias en este hilo a Vidas cruzadas (ya os dije que no había visto ninguna de las opiniones, para no quedar mediatizado), y por cierto, gran película, genial de Altman, yo también tenía ese prejuicio de que fuera una copia de personas cuyas vidas se entrecruzan, a veces, de manera no creíble o forzada.
Lo que me he encontrado está lejos de buscar esa falsa conexión. Aquí el sentimiento es el hilo que mueve toda la trama:
El padre que va a buscar a su hija, el niño que va a buscar a su padre, el hijo que va a buscar a su padre, etc..., y es algo que me merece todos los elogios.

Como ha dicho muy bien Campanilla, la película tiene momentos tan especiales y tan abundantes , que estaríamos hablando horas. El perdón, que es tan gradual, dependiendo de las personas y las circunstancias, el amor de padres e hijos o la ausencia del mismo, la necesidad de atravesar por circunstancias extremas que nos hagan más fuertes, etc...

Para no repetir escenas vitales del film (que tiene muchas) ya mencionadas, como el momento-farmacia de Julianne Moore (solo por ese speech ya merecería haber ganado el Oscar), la manera de ponerse en contacto el enfermero con Cruise, o el mismo inicio del film (historias de casualidades), etc.., comentaré la escena en que, harto de que lo manejen, el pequeño desaparece del plató, corriendo y liberándose, en ese mismo instante de toda la carga que arrastraba. Mucho valor y determinación para tan poca edad, y algo que increíblemente, tanto le cuesta conseguir a los mayores.

Me parece que, en el plano actoral, todos están muy bien, pero obviamente, tengo que destacar a Cruise, que hace un tour de force interpretativo brutal. El primer plano y el último en que aparece son "la noche y el día" en el aspecto emocional.
La labor de Hoffman es magnífica, callada, sin tanto momento de lucimiento, pero es el pegamento necesario de varias tramas emocionales (padre, hijo, esposa). Ya se notaba que iba para estrella.
Moore es una magnífica actriz y aquí lo demuestra. Pasa del 0 al infinito emocional en segundos. Es increíble como la vemos "encenderse" y posteriormente, calmarse, con total naturalidad. El puteo al enfermero y después, cuando le pide perdón, es la escena de referencia de lo que hablo.

El niño listo está soberbio. Transmite muchísimo con la mirada. Igual que me transmite el presentador del concurso. Tiene un mal que va a acabar con su vida, pero tiene otro, más profundo que ya acabó con él hace mucho tiempo.

Y dejo para el final, la pareja del policía y la chica. Gustándome mucho todas las demás, me he enamorado de dicha relación. John C.Reilly hace uno de los mejore papeles de toda su carrera. Se toma en serio su trabajo y demuestra una honestidad brutal, a lo Gary Cooper en aquellos westerns. La forma de entablar relación con ella (que en principio está a miles de kms de él, con todos sus problemas) es MAGNÍFICA, por lo delicada y exquisita.
Ella también luce magníficamente, y no solo por su belleza (que atrapa, porque es guapísima), sino también porque su fragilidad nos seduce y el conocer los antecedentes, hace que, cuando la vemos sonreír al final del film, sonriamos nosotros también.

Calificación: Le iba a poner un 9,50, pero, sinceramente, ha ido creciendo en mi, a medida que recordaba momentos, al escribir estas letras.
Se merece un 10.