Vaya, me alivia ver que no soy el único.
Pues yo he llegado hasta el extremo de ver dos películas intercaladamente: empiezo con una, pero tras la primera "sesión gastronómica" me da pereza seguir (o acabo de recibir un DVD por correo) y me pongo con otra antes de acabarla.
Recuerdo que todo esto comenzó cuando a la hora del desayuno (15-20 minutos) me veía las que había grabado en VHS de la tele, ya que es el momento en el cual dispongo del comedor para mi solo.
Desde luego, lo ideal para estas ocasiones son las series de TV por la duración de sus episodios.
<div style="text-align:center"><span style="color:purple;font-family:verdana;">"Vine para mascar chicle y para dar palizas... Y ya no me quedan chicles"</span></div></p>