La mejor película que he visto en 2020. Puro cine, surgido de poner a su servicio un enorme talento en todas sus vertientes, en cada detalle. Una de esas películas que -seguramente- ya sólo hace un cineasta, no un director industrial, ni siquiera un buen director actual al uso.
Se podría decir que es una "lúcida aproximación a", y quizá sería acertado; pero, al margen de esos detalles que comentáis, o incluso de la figura y la sombra del propio Mankiewicz, la sensación que uno tiene al salir de la sala es de "reencuentro", con la antigua normalidad, no pre virus, sino pre inundación del panorama general con blockbusters industriales; pero aquí sin necesidad de hacer cine de autor, cine con un planteamiento más o menos radical, o ejercer una opción minoritaria; no.
Aquí lo radical es volver a hacer una película de las de siempre, auténtica, viva, vibrante, y además hacerla tan bien.