Anoche la vi en pantalla grande y me pareció una película brillante, con una atmósfera absorbente en todo momento. Esa imagen, y sobre todo, ese sonido tan peculiar que nos acerca al Hollywood dorado, me interesó desde el primer fotograma. En muchos momentos, pensé que iba a ver una película de cine negro dirigida por Hazanavicius, pero al final es muy de Fincher, en un marco y un envoltorio diferente que la hacen extraña dentro de su filmografía.
En el apartado técnico, nada que objetar, sublime. La banda sonora y el montaje me parecen muy destacables, así como Gary Oldman, magnífico en cada fotograma, con una interpretación a nivel de expresión corporal extraordinaria, de una fisicidad pegajosa, dolorosa.
El tema de Orson, bueno, tampoco me parece que le ataque, pero no hay más que ver a John Houseman para saber que debió ser un poco déspota, un genio exigente y muy cabroncete cuando quería salirse con la suya. Creo que está más que probada la autoría del guión. Otra cosa es los cambios que Welles pudo hacer para rodarlo. Welles es un genio, no sólo por ésta, pero eso no le convierte en buena ni en mala persona. La película refleja las luchas internas en el proceso de creación de una obra cinematográfica, nada más. Los ataques en todo caso son contra Meyer y Thalberg.
Charles Dance también está genial, y el tipo que hace de Louis B. Meyer. No recuerdo su nombre, pero me parece que es uno de los soldados en La chaqueta metálica.
En resumen, me ha encantado. Echaba de menos una película así sobre la industria de Hollywood.

Saludos