Creo que sí hay estudios sobre éso, pero, sinceramente, lo del la supuesta relación homoerótica entre el viejo ciego y el Monstruo, a mí me parece que es hilar demasiado fino (sí es cierto que Whale proyectó en la figura del Monstruo sus sentimientos de soledad, aislamiento y rechazo, y que lo de ponerle a fumar puros es, simplemente, reflejar en él una de las actividades favoritas del propio Whale). Mucho más claras me parecen las referencias queer en la figura de Pretorius.
Lo de la zamarra de borreguillo (que Karloff odiaba) viene porque en un principio se quiso hacer esta película en color, de ahí que decidieran cambiar la indumentaria del Monstruo. Al final la película se hizo en blanco y negro pero la zamarra se quedó ahí (no falta tampoco quien ha querido hacer una lectura en clave homosexual de los personajes de la novela original, y en particular, de la relación entre Victor y Henry).
Yo sí veo implicaciones homoeróticas mucho más claras (y me sorpende que hayan sido tan pocos los estudiosos del cine que hayan reparado en ello) en otro filme de corte vagamente frankensteiniano, El gabinete del Dr. Caligari. Fíjate en la relación tan morbosa que hay entre Caligari y su sonámbulo y las reacciones del viejo cuando a éste le pasa algo (inclinándose sobre el sonámbulo, toqueteándolo, montando guardia celosamente junto a su ataúd...la reacción de entusiasmo que experimenta al encontrárselo por primera vez, el modo en que expulsa a todos de la habitación para poder entregarse sin testigos a sus transportes... Incluso la pinta del propio Cesare, delicada y algo andrógina en bastantes momentos de la película, está sugiriendo algo así):
Os prometo que la primera vez que vi esta escena, pensaba que el viejo iba a terminar dándole un pico a su víctima...