No sé, eh... Es decir, Speed Racer es un monumento al entretenimiento. Y una carta de amor al material original. Y cierto es que no es el blockbuster típico que te esperarías encontrar a principios de verano (todavía no me explico cómo consiguieron engañar a taaaantos directivos por Burbank y que les dieran 120 millones.
Speed Racer está incomprendida e infravalorada. Todos de acuerdo.
Pero Reloaded y Revolutions son fallidas, como poco. Tienen ideas muy buenas, pero sepultadas en toneladas de cosas y lugares comunes, tijeretazos en la sala de montaje, como si la presión de Warner sobre ellos hubiera sido enorme y todo Dios hubiera querido meter mano en las pelis.
Y entiendo que la experiencia de las secuelas de Matrix hubiera sido el primer toque de atención que les (las) hubiera hecho empezar a plantearse algunas cosas.
Lo entiendo, de verdad.
Pero lo de Reloaded y Revolutions como obras de culto no lo veo. Por ningún lado.
A mí parecer, son un quiero pero no puedo.