Si le pusieran verdadero interés, Spawn es un personaje que estéticamente quedaría muy bien en el cine, siempre y cuando después le aplicarán un guión oscuro y adulto a lo Blade 1 y 2, ni más ni menos que acorde a su naturaleza demoníaca.
McFarlane lleva barajando la idea de esta nueva película desde que se estrenó la primera hace años. Él mismo ha reconocido muchas veces que el resultado fue algo que para nada se parecía a lo que tenía en mente. Incluso por motivos de presupuesto la capa, uno de los elementos estéticos y funcionales más atractivos de Spawn, quedó relegada a apenas unos planos por motivos de presupuesto. Del argumento también mejor ni hablar. Ghost Rider y ésta se podrían dar la mano.
Sólo salvaría de aquella primera película la caracterización de Violator y el parecido físico de Martin Sheen con su original del cómic Jason Winn, ambos idénticos, y la forma en que aparecía la armadura y máscara de Spawn en la que claramente se inspiraron en Spider-Man 3 a la hora de crear a Veneno. Salvo eso, todo a la hoguera.