Lo de Malaimare en la fotografía, efectivamente, pinta descomunal. Nada nuevo con este director de fotografía tan particular quién por desgracia se prodiga muy poquito en el circuito mainstream de Hollywood, prefiriendo trabajar en Rumanía, su país natal (donde Coppola y el se conocieron), y en Inglaterra. Dice que le llena más artísticamente. En cualquier caso todos recordamos la excelsa fotografía de The Master, por ejemplo. Si se hubiese llevado el Oscar ese año no me hubiese podido quejar, la verdad.