- ¿Has visto El Código Da Vinci?
- No, ni pienso verla. El libro me pareció un horror.
- Pero un libro es diferente a una película.
- Estoy totalmente de acuerdo contigo. Pero poco se puede esperar de una película que se basa en un libro que convierte unas teorías interesantísimas (que no inventó Dan Brown) y las convierte en cotilleo de Salsa rosa.
- Ah... ¿Y te has leído el anterior?
- No, gracias, ya tuve bastante con éste.
- ¿Sabes que eres un poco insoportable?
- Sí. Y aún así te caigo bien. Qué cosas ¿eh?

Eso es lo que me suele pasar a mí cuando alguien me pregunta por El Código Da Vinci, con las dos frases finales incluídas.