Vuelvo a estar aquí después de un fin de semana desastroso. El mismo sábado ya la vi (es lo que tiene estar en el mismo grupo de amigos de siempre). Por mi parte no hubo en todo el sábado un acercamiento visual a ella. Notaba que de vez en cuando me miraba para ver si le devolvía la mirada, pero pasaba. Domingo la situación ya fue insostenible y le envié un mensaje quedando para hablar.
Supongo que se pensaría que quería llorar otra vez por ella, suplicando que volviera a mi lado. Pero lo tuvo más difícil esta vez. Ahora era yo quien rompía con todo (hasta literalmente). Intenté que me dijera que ya había quedado con el otro, pero no hubo manera. Ella erre que erre en que estaba sola y que necesitaba pensar. Cuando me harté la señalé con un dedo y en un arrebato peliculero le dije que eso era mentira, que me había enterado que ya estaba viendo con aquel hijoputa.
Su cara cambió, me dijo que sólo quedaron para hablar y que no había nada más. Mentras y más mentiras. Se lo restregué por la cara, le dije que era una mentirosa, que ya no podía estar seguro de cuanto de nuestra relación había estado una burda mentira.
Le recordé que no hacía mucho tiempo ella criticaba a las tías que le ponían los cuernos a sus novios, maridos, o que los dejaban tirados por otros. Decía que no entendía cómo podía pasar y trataba de vulgares fulanas a esas tías. Se lo devolví. Le dije que quien era ahora la puta, según su visión del mundo. Se calló y aceptó el insulto.
Acto seguido me saqué una pulserita que me había hecho ella artesanalmente hacía tres años y la rompí en pedazos delante de ella. Esto fue lo que más me costó. A continuación me saqué el móvil y le mostré cómo borraba de mi agenda su contacto: su teléfono, su foto, su melodía, etc. "Contacto suprimido".
Seguía callada. No decía nada. Por más que dijera nada de nada. Al final, le dije que activara el Bluetooth y le envié una canción. Esta canción. No tuvo el valor para dejar sonar ni la primera estrofa. Me despedí con un "Que seas feliz." Para rectificar acto seguido: "O no, que el hijoputa este te lo haga pasar tan mal como me lo estás haciendo pasar a mí". Y me fui. Y la dejé sentado en el banco donde estuvimos hablando.
Y ahora lo que siento es odio y resentimento. Supongo que este es otro estadio más en el camino hacia adelante. Mis amigos me apoyan. Hasta su familia me apoya y lamentan la actitud de ella. Y qué decir de vosotros. Este foro es lo mejor que me podría haber pasado en mucho tiempo. Si hasta ahora ya lo era, la dimensión humana que acabo de descubrir lo hace ya indispensable en mí.
Y hasta la semana que viene que no vuelva a subir y la vuelva a ver y vuelva a sufrir al verla y no poder abrazarla, besarla, etc. Eso es lo peor. Pero no quiero dejar mi vida y aislarme.
De todos vuestros consejos voy haciéndolos míos para intentar superar esto. Aunque los de Evilio, ahora como ahora, me sea imposible. No me veo tan pronto con otra, y más siendo como soy.