Bravo. BRAVO.. Quizá el problema de base es pensar que únicamente los valores políticos, éticos y morales de uno son los correctos, mientras que los demás están equivocados. La superioridad moral en democracia me parece un completo error. Ojo, está muy bien tener sólidos principios y un ferrea visión de cómo ha de ser la vida y que es lo mejor para la sociedad a nuestro criterio, pero cuando actuamos cómo hooligans frente a ideologías contrarias (siempre dentro de lo que se entiende por un estado de derecho moderno) , cayendo en el insulto, el radicalismo y el menosprecio, es cuando tenemos un problema. Los regímenes no democráticos, evidentemente, quedan automáticamente desacreditados sea cual sea su ideología, en tanto en cuanto la imponen mediante la fuerza, la tortura y el asesinato a aquellos que no comulguen con ella, por no hablar de la opresión, el miedo, el hostigamiento y la adoctrinación (aquí si).