No me enganché a la NBA por él, pero sí que fue MUY partícipe de que me encantase ver sus retransmisiones junto con Daimiel. La vida podrá ser todo lo maravillosa que él condicionaba, pero el baloncesto lo será menos sin su voz. Pasarán años hasta que encontremos a un locutor con tanta carisma, a la par que controvertido.