Don Mario siempre fue un ejemplo de lucidez y, por tanto, de escepticismo. Pero vivimos en una sociedad tozuda que valora más la supervivencia que la dignidad.
Si quieren repasar su inconmensurable obra, les recuerdo que el Festival de San Sebastián le dedicó una retrospectiva / homenaje hará dos o tres años y que entonces se publicó un volumen bastante completito coordinado por Quim Casas.
Un recuerdo al hombre, gloria al cienasta.