Esta mañana, desayunando mientras veía el último pase del último diario de 24 horas, vi de pasada, unas imágenes de Robin Williams aceptando el Oscar por El indomable Will Hunting. Uno que tiende más al pesimismo que a lo contrario (yo), pensé: "a ver si se ha muerto Robin Williams...".
He esperado, como inevitable, la confirmación pocos minutos después.
Enseguida lo he recordado en varios y muy distintos registros, abarcando comedia, drama y toda la gama que hay por medio. La señora Doubtfire (cinta que gasté de tanto ver) o esa maravilla de papel en la versión de La jaula de las locas, o esos registros dramáticos que habéis comentado (me encantó su papel en Despertares, película a reivindicar y me impactó en la que revelaba fotos...)
Fuera de pantalla, y en estos momentos, lo he recordado de su pasión por el ciclismo y su gran amistad con el por entonces, gran campeón norteamericano, multiganador del tour, y ahora, caído en desgracia. Y mi hermana, a quien he dado la noticia muy temprano, y aún en cama (no se por qué, pero todas las noticias de muertes de famosos tienen ese escenario de comunicación, como pasó con Michael Jackson) me ha recordado lo buena persona que era, y lo mucho que ayudó a Christopher Reeve cuando quedó postrado tras su accidente a caballo....

Como bien ha dicho Marty, un tipo que tocó todos los palos, pero que trascendió la pantalla, para llegar a formar parte de distintas épocas de nuestras vidas, obligatoriamente tiene que ser importante.

Descanse en paz.