Película del artesano Peter Hyams, hoy en día olvidada, estrenada en épocas sin Twitter ni Metacritic, con esos villanos DESCOMUNALES, psicópatas profundos, sin remordimientos, que había en la década de los 90, el gran Powers Boothe.
No solo la considero la MEJOR secuela (bastarda, eso sí) de Die Hard, entretenidísima, sino que además su villano, agente de la CIA (con smoking de James Bond) reconvertido a terrorista, es memorable.
Se pasa toda la peli metido en el palco del estadio, pero sus frases (con los rehenes a los que tortura) son DESTERNILLANTES y acojonantes. Porque además la peli de humor negro anda sobrada. Peli muy infravalorada. Y politicamente incorrecta.
Porque en los 90 había villanos ENORMES
Ese brutal RON SILVER en Time Cop. Enorme villano
O este otro GRANDE de Maximo Riesgo, él y todos sus compinches.
Cómo se ECHAN DE MENOS estas grandes pelis de acción. Mi década preferida eran las pelis de los 80, pero aun así, estos iban a la zaga.
Este tipo de pelis no las produce Netflix. Actualmente hay otro cine. Peor cine, sin duda. Salvo raras excepciones.