No se habrá inventado (aunque casi, casi), pero ha supuesto la prostitución de la industria de una forma vil y miserable, permitiendo que los juegos salgan fragmentados y a medio terminar (ya lanzaremos cincuenta mil actualizaciones) y restándole importancia a lo que de verdad importa en un juego (el single player).

Hemos llegado a un punto en el que se dicen tonterías como "yo es que si no trae cooperativo o multijugador ya no lo compro, que si no coge polvo en la estantería"

El online es el sida de los videojuegos.