¿Tiene algo malo? Igual que es muy corto. ¿Bueno? Todo lo demás. Una gratísima sorpresa y una joya altamente recomendable.
Una aventura gráfica de control original y diferente, factor que quizá es el que más choca al principio aunque está muy bien realizado y no entorpece la jugabilidad a no ser que lo juegues con unas cuantas cervezas, con lo que es más difícil de coordinar (interesante ejercicio de todos modos). ¿Os acordáis de la "tontería" esa de "tócate la cabeza adelante y atrás con una mano y con la otra frótate la tripa en círculos"? Pues algo así, para ejercitar la coordinación cerebral que va bien también. Básicamente y por no dar vueltas, manejas a dos hermanos a la vez, que se mueven de forma independiente uno con cada stick del mismo mando. No es aventura gráfica de recoger objetos sino son más bien puzzles de interactuar con infraestructuras y no hay nada resaltado en el escenario. El trayecto es muy lineal sin opción a ponerte a dar vueltas salvo pequeñísimos y contados desvíos para hacer algún objetivo o desafío secundario e intrascendente, pero curioso.
En un mundo de fantasía donde te encontrarás con trolls, bestias aladas, cultos salvajes o gigantes (entre otras criaturas), ambos hermanos van en busca de una medicina muy rara para poder curar a su padre moribundo y evitar quedarse huérfanos al haber muerto tiempo atrás su madre. Una aventura épica con una clara reflexión sobre la muerte y/o la fragilidad de la vida. El guión sin llegar a ser de Óscar está muy bien construido y no cae en melodramatismos excesivos ni efectistas. El viaje es altamente entretenido y satisfactorio con unos paisajes / escenarios que son una delicia y puzzles fáciles pero ingeniosos e intuitivos, con la cooperación entre los hermanos con diversas variantes como eje central de los mismos.
Lo ponían bien pero no esperaba tanto. Un gran descubrimiento y una pequeña JOYA con todas las letras.




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