Yo le dí un intento justo después de terminar Darksiders 2 pero no me enganchó.

La dificultad me pareció excesiva para lo que ofrecía el juego y, aunque como comentas, gráficamente sí es resultón, ni siquiera la historia me pareció nada del otro mundo. Igual luego mejora pero lo que es el planteamiento no me pareció ni medio tragable. Seguramente es una tontada pero la indiferencia con que se toma Furia (DS3) el castigo impuesto a Guerra (DS1) contrasta demasiado con la lealtad obsesiva de Muerte (DS2). Me pareció en ese momento que en un intento por diferenciarlos se pasaron de vueltas.

El caso es que lo dejé porque estaba con otro juego (ahora no recuerdo cual) con la idea de volver, pero claro, por entonces se empezó a hablar ya de Darksiders Genesis y Pep Sanchez de Eurogamer se puso a hablar de DS3 y lo calificó de "un juego moderadamente malo" en comparación con los anteriores y ya me lo mató. Una pena porque DS2 es un gran juego (DS1 no lo he jugado).