Por mucho que pataleéis, el escozor os viene de los 10 años de espera.
El juego no es la Quintaesencia, pero no es ese engendro apocalíptico que la muchedumbre enfurecida (con el escozor de los 10 años de espera) se empeña en catalogar (algunos por haberlo jugado cinco minutos y devuelto a la tienda al día siguiente, otros por una demo, otros porque sí, otros porque lo dicen otros, etcétera).
Y yo no veo ningún sacacuartos, ni ninguna estafa: nadie te obliga a comprarlo (será que no ibais avisados), si no te gusta, no lo compres . Punto pelota. Y a quien le pique que se rasque.
Efectivamente.