Definitivamente la dificultad en Shadow of the Erdtree es más que considerable. Tras varias horas de combate sigo encallado en el Leon Danzante a pesar de haber subido varios niveles de bendiciones y derrotado a varios otros jefes menores con relativa facilidad. Aún no he agotado la exploración de espacios abiertos y otras mazmorras accesibles, la verdad, me he puesto un poco cabezón con esto.
Vaya, ayer por probar con este mismo personaje me bajé a Placidusax (que no lo había encontrado todavía) a la quinta o así.