Es una pena que gente con este talento como Kamiya, Kojima o Yu Suzuki no puedan tener la autonomía suficiente para hacer los juegos que quieren hacer, y no los que les imponen... Aunque en 2016 la industria japonesa se ha recuperado y hemos visto muy buenos juegos que han triunfado (MGS V, FF XV, Dark Souls III, Splatoon, etc), todo esto es el lado más amargo de la grave crisis por la que han pasado los estudios japoneses en la última década...