Yo no tengo claro ni que sea una mujer. De los cuatro secundarios dudo con dos, que es de traca.
Pero vaya, si no se quiere ver que es un panfleto sin patas, pues nada...
Sea como fuere, estoy con Troy en que lo que realmente toca la bolsa escrotal no son estas anécdotas ideológicas de las que descojonarse abiertamente, sino la ocurrencia de pretender obviar la condición de saqueadora de tumbas de la protagonista de un juego que literalmente se llama "saqueadora de tumbas". Es todo tan ridículo que da repelús.