y 20.000 dólares de precio a la cabeza del impulsor de la iniciativa. Muy sano todo.
Y aprovecho la coyuntura y añado que sí, coincido con héroe en aquello de "dejar a los creadores hacer lo que ellos quieran y ya está; que hagan el personaje que les dé la gana, da igual que sea más o menos feo, sin presiones y censuras. Y que luego el consumidor decida si comprar o no. Tan simple como eso".
Y no coincido con Kenobi (tampoco sorprende, porque yo siempre seré Dooku), porque irónicamente considero que parte de la comunidad que integra esta industria (y es extensible a los medios) no es madura y se indigna y hace un drama porque en un juego una mujer es preciosa y parece una top model. Porque anda que no es cansina la gente que obvia constantemente apelaciones woke y trivializa la censura, no tolerando la presencia de personajes femeninos con curvas...