La pregunta podría ser: ¿La organización de consumidores hace algo respecto a algo? Y aún más, ¿saben lo que es un DVD (y cuáles son los formatos de cine y en qué consiste una mejora anamórfica, etc)? Y lo que es más grave: ¿hay alguna legislación que vele porque la difusión masiva de una obra se haga con unos mínimos de calidad y respeto por su integridad?
Para las editoras el mercado español se está desvelando como un territorio sin ley en el que cabe hacer cualquier tipo de chapuza sin ninguna consecuencia. Su absoluta falta de criterio (y de escrúpulos) hace que se respete el formato y se incluya subtitulado en cualquier subproducto desconocido (películas para tv, terrores adolescentes directamente fabricados para video, etc) mientras que se eliminan prestaciones fundamentales en títulos clásicos, en películas fundamentales dentro de la historia del cine o, al menos, con un nivel de calidad apreciable.
Así estamos, así nos va, y me temo que nos irá aún peor conforme el camino de ediciones casposas iniciado por "editoras" como Eurocine, Sogemedia, Llamentol, etc, vaya contagiando a majors como Paramount, Sony,...
Se acabará editando bien en todas partes menos aquí: el mercado del "todo vale", la infrazona.