Porque, tal y como comentaba B/D en una aportación anterior, la validación canónica y/o la legitimidad creativa es una más de las variables analíticas a considerar, en absoluto excluyente respecto a otros análisis, incluyendo otras tantas disciplinas, que siempre entran en juego. El cine es un arte formal multidisciplinar. No seré yo quien desdeñe frontalmente una aproximación formalmente interesante (el Batman de Burton) por una adaptación, a mi criterio mejorable, de según qué personajes (Wayne, Catwoman e incluso el propio Batman), curso de acontecimientos canónicos (Chill), interacciones y demás. Ese díptico, y otras tantas propuestas, dejan mucho a lo que aferrarse, más allá de los recelos expuestos atendiendo al homónimo impreso. Otras tantas películas, incurriendo en desmanes proporcionales, no lo hacen en absoluto. Son la nada más absoluta y completa (la fase IV de Marvel casi íntegramente, por ejemplo, en lo que a mí respecta, por supuesto). Por ello, esa reflexión que propones se me antoja inconsecuente, incoherente y bastante poco meditada, francamente.