Solo entendiendo la mentalidad del americano medio (hablo de EEUU, concretamente), uno puede comprender determinadas acciones, como esta de advertir antes de la película.
Haz la prueba y sal de NY, LA, Boston o Chicago o alguna de las otras ciudades grandes o medianas y te encuentras en muchos lugares, donde la información no llega tan al día, y donde la tradición aún puede con la vanguardia.
Son gentes de costumbres (que no catetos, mucho cuidado), muchas de ellas con fuertes convicciones religiosas y de comunidad, y cualquier hecho que perturba estos pilares, son en cierto modo un "shock" para su forma de vida.
EEUU es un continente, heterodoxo, de estados muy lejanos, y no solo en el sentido geográfico, unos de otros.
Imaginaos una Paramount que quiere llegar a estrenar Noah, en Manhattan, en el cine de Grand Forks, en el estado de Dakota del Norte, o en Las Cruces, de Nuevo Méjico.
En cierto modo, es como comparar distintas sensibilidades, y tener que adecuarse a cada una de ellas (imaginaos Gran Bretaña, Suiza, Polonia, Rusia, Israel, China).