A mí también me gustan las dos, aunque personalmente prefiero el remake. Es el ejemplo de como hacer uno bueno, saber adaptarlo convenientemente a una nueva época, conseguir que no disguste, e incluso guste bastante a los amantes de la original, y a la vez enganchar a las nuevas generaciones del momento, así como conseguir que aguante bien el paso del tiempo conectando con los jóvenes que la han ido viendo en las décadas sucesivas. Pocos remakes consiguen esto. Y si todos fueran así, bienvenidos sean.