Un tío al que se le quería, sin paliativos. De esa gente que la sientes amable, sencilla y cercana, con un carisma enorme y una sonrisa tan sincera como emotiva. De los que no hace falta conocer personalmente para saber que te caerían terriblemente bien. Uno de los nuestros.
Más allá de las entrañables (y geniales) "Cazafantasmas" y "Atrapado en el tiempo", me quedo de sus trabajos posteriores con esos breves minutos donde aparecía en "Mejor... imposible", donde con apenas unas frases ya me despertaba un cariño enorme. Me tenía ganado, sin duda alguna.
El cielo recoge a otro de los que, sin hacer ruido, había logrado ser muy, muy grande.
Ya no hace falta que crucemos los rayos para obrar el milagro. Desde lo más alto, ya se encarga de hacerlo él.
Se le echará de menos. Muchísimo. Demasiado.
Descanse en paz.
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